Un fuerte llanto resonó con fuerza despertando a la pareja que yacía abrazada en la amplia cama matrimonial. Yoongi se removió un poco y al abrir los ojos se encontró con la maravillosa imagen de su Jimin en un estado somnoliento.
—Yeonjun se despertó con ganas de ser la alarma de todo el vecindario—Yoongi comentó con la voz más grave de lo normal por haber estado en un profundo sueño, recibiendo una suave risita de su pareja como respuesta—. Si quieres duerme un poco más, Jiminnie. Apenas son las seis de la mañana.
Le dijo al comprobar la hora en el reloj colgado en la pared.
—Nuestro niño tiene muy buenos pulmones—el más bajito halagó al bebé de casi cinco meses que pedía por atención de alguno de sus progenitores—. Mil gracias, amor, eres el mejor.
—Tú eres eso y mucho más, mi pollito.
El joven de mirada felina se separó del menor, viendo como este se acomodaba una vez más sobre el suave colchón y abrazaba con fuerza la almohada que le pertenecía, mientras volvía a cerrar sus ojitos para devolverse al mundo de los sueños.
Sin embargo, antes dirigirse a la habitación de su pequeño, el mayor arropó a Jimin, evitando que cualquier parte de su cuerpo quedará al descubierto para que de esa forma el frío de la mañana no le molestará. Dejando un beso en los cabellos dorados antes de ir en rescate de su niño.
Cuidar de su hijo no era ninguna molestia para él. Lo disfrutaba mucho a pesar de lo hiperactivo que el infante podía ser. No obstante, al ver la sonrisa de su retoño sabía que cualquier sacrificio o cansancio valían la pena. Además, la responsabilidad que tenía con Yeonjun era compartida con Jimin, por lo que ambos eran ecuánimes y se turnaban para hacerlo más llevadero.
—¿Qué te sucede, Jun? —el padre cuestionó al bebé que agitaba sus manitos, pidiendo que lo sacaran de la cuna llena de peluches y una mantita con estampado de pollitos—. Ya bebé, no llores que voy a revisar que es lo que te está causando tanto malestar.
Las opciones se reducían a que necesitaba comer o que su pañal fuera urgentemente cambiado, y para suerte del pelinegro con el pasar de los meses, por fin podía denominarse como un experto en ambas cosas.
Tomó al bebé entre sus grandes manos, teniendo muchísimo cuidado al manejar su delicado cuerpecito. Acercó su nariz a la altura de la cintura de su hijo, arrugándola al instante ya que no fue difícil captar el terrible olor que lograba traspasar la ropita con decoraciones de tiernos gatitos.
—Uy cariño, esta vez sí parece que te cayó pésimo la papilla de manzana.
Como si el bebé le entendiera, su llanto se intensificó como si con esa acción le dijera que debía apurarse en su labor. Por lo que sin Yoongi querer llevarle la contraria, lo trasladó hacia el cambiador que estaba al otro lado de la habitación, junto al mueble donde Jimin diligentemente había ordenado la ropita de Yeonjun, los pañales y demás accesorios que podrían ocupar en algún momento.
—Ah, como siempre tu papi es tan cuidadoso con los detalles como cuando está en la empresa.
El joven de mirada felina esbozó una sonrisa al recordar al minucioso doncel de labios rellenitos, mientras agarraba lo necesario para ayudar a su hijo. Quedando frente al susodicho que había bajado los decibeles de su llanto solo para analizar a su padre.
—Con tu permiso, procederé a cambiarte pequeño—informó, quitando la parte superior del conjunto de ropa para después abrir el pañal, tirarlo a la basura y limpiar con varios pañitos húmedos aquel desastre—. Ya casi termino, bebé.
Finalmente, al estar contento con el resultado, Min le puso el pantalón a su niño que ahora portaba el suave olor a bebé de siempre. Para después cargarlo entre sus brazos, arrullándolo con mucho cariño hasta conseguir un estado completo de paz en el infante.
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Lullaby in the lake; JJK & KTH
Aléatoire*ૢ. Su corazón estaba decidido a no volver a enamorarse, pero el destino tenía otros planes.*ૢ La noche había caído cuando Jungkook escuchó un precioso canto proveniente de un lago en medio de la espesura del bosque... Este era tan fascinante que fu...