Jungkook analizaba la imagen que se desarrollaba a pocos metros de distancia con una mirada cargada de ese amor que profesaba a sus dos tesoros. Su pareja y su hija se abrazaban con tanta intensidad como si sus vidas dependieran de ese contacto, mientras el doncel aprovechaba a dejar besitos en la larga cabellera de la niña y de paso murmuraba palabras de consuelo.
El bonito castaño no parecía querer soltar a su pequeña de cuatro años. Aunque ciertamente dicho sentir era compartido con la misma intensidad por parte de la menor, pues tampoco Dayeon deseaba despegarse de su padre doncel, al ser demasiado unida al susodicho.
No estaba acostumbrada a ello, pero debía hacer el sacrificio.
Solo serían dos semanas lejos de sus adorados progenitores.
Sin embargo, no todo era malo para la pequeña Dayeon. Ya que se quedaría bajo el cuidado de sus querido abuelitos, mientras sus papis se iban de viaje de luna de miel.
Porque después de algunos años, la feliz pareja que seguía viviendo su romance como si el tiempo no hubiera pasado para ellos, por fin contraería nupcias. Y no es que ese detalle nunca les hiciera la suficiente ilusión como para aplazarlo tanto, pues la respuesta era muy simple, ya que sin pretenderlo los novios se acostumbraron a vivir su amor sin necesidad de que un papel los uniera de manera legal.
De todas formas, dicha formalidad no cambiaba el sentimiento que hacía sus corazones latir con fuerza. No obstante, tanto Jungkook como Taehyung querían y anhelaban contar con una fecha especial en la que pudieran recordar su unión.
Por ese motivo, dos meses atrás comenzaron con la planeación de su boda. Siendo respaldados por sus amigos más cercanos, quienes jugaron un papel muy importante en la organización de cada detalle con respecto a dicho evento.
Sin embargo, los prometidos se involucraron por igual en lo que hacía referencia al tema económico. Ninguno dio más, ni el otro aportó menos. Porque con el pasar del tiempo, el doncel consiguió cosechar los mejores resultados en el ámbito profesional al volverse chef de su amado restaurante de lujo llamado: Inner child.
Logrando en cuestión de meses un inmenso reconocimiento tanto dentro de Corea del Sur, como a nivel internacional. El azabache todo un siempre confió en el talento de su chico, por lo que no se sorprendió al ver la exitosa carrera de su novio despegar con tanta fuerza al poco tiempo de graduarse e inaugurar su rústico local de comida.
Pero como Jungkook le prometió desde antes de que su maldición finalizara, estuvo ahí para él, le apoyó en los momentos malos y buenos y le animó a que fuera detrás de sus sueños por más obstáculos que se cruzaran en su camino. Por lo que ahora, teniendo presente el hecho de que su chico era reconocido como un genio de las artes culinarias, comprobó que su mejor decisión fue haberlo alentado día y noche para que no se rindiera con sus metas personales.
Motivo por el cual, Kim consiguió brillar con luz propia, dedicando cada uno de sus logros a las personas que más amaba, pero, sobre todo, sintiéndose complacido por ser motivo de orgullo para su exitoso novio, quien en la actualidad era dueño de su propia empresa y socio de su querido amigo y exjefe Park Jimin.
Los días tristes se quedaron atrás y eso era lo que les impulsaba a continuar gozando de lo que la vida les ofrecía día con día. En definitiva, la vida les sonreía como nunca antes.
Por lo que al igual que en el baby shower de Dayeon en el que no escatimaron gastos para hacerlo memorable, su ansiada boda no se quedaría atrás. Además de que ninguno despilfarró tanto dinero en sus despedidas de soltero, como para reprimirse en darse ciertos lujos, ya que apenas habían ido comer y beber unas cuantas copas con sus preciados amigos.
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Lullaby in the lake; JJK & KTH
De Todo*ૢ. Su corazón estaba decidido a no volver a enamorarse, pero el destino tenía otros planes.*ૢ La noche había caído cuando Jungkook escuchó un precioso canto proveniente de un lago en medio de la espesura del bosque... Este era tan fascinante que fu...