*ૢ Capítulo 44*ૢ

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Jungkook fue el encargado de levantar a Taehyung de la cama luego de emplear diversas cosquillas sobre las partes más sensibles de su cuerpo. El castaño rio a más no poder, pues el menor lo tomó completamente desprevenido con su divertida acción. Sin embargo, Kim se dejó hacer con verdadero gozo.

Minutos después, la pareja iba con dirección al baño para limpiar el desastre que provocaron mutuamente. Disfrutando de la dulce intimidad de compartir aquel espacio, mientras se mimaban el uno al otro. 

Con Taehyung adorando masajear la cabellera oscura, pasando sus falanges por las hebras, creando mucha espuma, mientras Jungkook se deleitaba con la suavidad de la dermis canela que amó marcar con su boca y que ahora yacía cubierta por el jabón con aroma floral.

Cuando sintieron que estaban satisfechos con su baño, salieron del lugar cada uno ocupando un albornoz. Y en medio de una amena charla, se vistieron uno frente al otro. Ya que después de todas las cosas que habían vivido en su privacidad, no existía el mínimo ápice de vergüenza. Ahora eran una pareja formal. 

Lo que era muy reconfortante para sus corazones enamorados que tanto anhelaron a su persona especial.

Jeon escuchó con claridad cuando el estómago de su chico se quejó por un poco de alimento, por lo que tal y como le prometió, hizo uso del servicio de comida a domicilio. Los novios con solo una mirada se decidieron en pedir una barbacoa coreana con sus respectivos acompañantes como arroz y verduras, los cuales compartirían entre ellos sin problema.

En cuestión de media hora la comida llegó y el menor fue quién salió a recibirla, mientras Kim preparaba la mesa con parasol, porque lo que más quería era probar comer al aire libre, disfrutando del bonito jardín que la casa tenía. Además, Jeon no se sentía capaz de negarle ese capricho a su doncel. En definitiva, se podía apreciar lo domésticos que eran. Completamente acostumbrados a la compañía ajena después de la bonita convivencia en la casa del bosque.

Como toda pareja enamorada, que parecía estar viviendo una pequeña luna de miel, se dieron de comer en la boca. A veces riendo porque se manchaban los labios y con coquetería se robaban besos para disque limpiar sus pequeñas travesuras.

Comprobando por centésima vez, que ese estilo de vida sería algo a lo que podrían acostumbrarse con facilidad.

Y cuando terminaron de almorzar, la pareja se dedicó a ordenar todo, mientras conversaban sobre cualquier trivialidad. Pero en ese preciso instante, fue cuando Jungkook recordó un detalle muy importante, por lo que no demoró en hacérselo saber a Taehyung.

—Fantasía, mi despensa está casi vacía, ¿qué te parece si vamos al supermercado? —cuestionó con una pequeña sonrisa al ver la expresión ilusionada del mayor ante la sugerencia—. Porque si no lo hacemos, mañana no tendremos nada que comer en el desayuno.

—Claro, Kookie. Yo encantado te sigo a donde gustes.

—Bien cariño, gracias—el menor dejó una caricia en el pómulo ajeno, observando embelesado como Taehyung se inclinaba hacia su toque—. De paso caminamos un poco para no sentirnos tan llenos por la comida.

—Eso me parece genial, porque un poco más y siento que reventaré.

El azabache rio con ganas, tomando la mano de su chico, demostrando lo ansioso que estaba por mostrar desde el lugar más simple hasta el más genial de la ciudad a su querida pareja, mientras Kim se alegraba por haber provocado esas risas tan dulces para su sentido auditivo.

Los tortolitos salieron del hogar del menor a pie, con sus dedos entrelazados, disfrutando del sector tan pacifico en el que vivía Jeon. Para su suerte el supermercado al que se dirigían no quedaba muy lejos, así que ir cargando algunas bolsas no sería el mayor problema que tendrían en las próximas horas.

Lullaby in the lake; JJK & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora