Taehyung comenzó a removerse encima de la mullida superficie, tratando de alejar la pereza que las plácidas horas de sueño trajeron consigo. Se sentía tan abrigadito, y muy cómodo. Más dormido que despierto restregó su rostro en la suavidad que la almohada le otorgaba.
Esperen un momento. ¿Almohada?
De golpe detuvo sus movimientos, lo que estaba abrazando era todo menos un esponjoso almohadón. Lo que sus manos palpaban eran un cuerpo. El firme cuerpo de Jungkook.
Todavía manteniendo los ojos cerrados, Kim recordó como ayer en la noche al estar agobiado por la necedad del contrario, cedió a sus impulsos con tal de dejarlo callado.
Pero, ¿realmente había sido lo mejor?
No quería saberlo.
El plan que llevaría a cabo sería hacerse el desentendido. Porque si el azabache le preguntaba acerca de cómo estuvo acortando mucho más la distancia con la anatomía del contrario, obvio, si es que eso era posible, la situación no tendría escapatoria.
A este paso él podría considerarse una extremidad extra del azabache.
Pero, a fin de cuentas, ya se lo advirtió, ¿verdad? No tenía motivo para recalcárselo.
Por lo que, con total naturalidad, Kim comenzó a abrir los parpados, encontrándose con un atractivo rosto muy cercano al suyo.
Jungkook había despertado hace apenas cinco minutos, y sin querer se había quedado embelesado admirando la belleza matutina del contrario. Tal y como había querido hacer el día anterior. Quedándose con las ganas gracias a la interrupción de la Señora Choi.
El cabello celeste estaba revuelto y sus ojitos un poquito hinchados a causa de las horas de sueño, mientras sus manos descansaban en el pecho del contrario.
—¿Dormiste bien, Tae? —la voz de Jungkook salió más profunda de lo normal, poniendo nervioso a Taehyung que apenas y pudo asentir—. ¿Ya no pasaste frío?
Por un demonio, ¿de verdad el menor iba a hacerle una ronda de preguntas estando en esa posición? Aquella pregunta se instaló en la cabeza de Taehyung, quien había obligado a su cerebro a despertarse por completo.
Jungkook lo tenía apresado entre sus fuertes brazos. En cualquier momento se le subirían los colores a la cara y talvez otra cosa despertaría gracias a la cercanía. Además, si bien sus rostros no estaban tan cerca el uno al otro, la distancia era la suficiente para sentir la respiración contraria, y obviamente con esa gran vista, Jungkook no podría pasar desapercibido su sonrojo.
Tenía que alejarse ya.
—No... Dormí muy bien, muchas gracias, Kook—en un rápido movimiento, y antes de que el contrario pudiera decir algo más, el mayor se incorporó con una sonrisa—. ¿Y tú?
—Mmh... —Okey, eso dolió un poco, pero Jungkook prefirió creer que simplemente su calor corporal estaba asfixiando a Taehyung—. Sí, yo también...
—Que bien, ¡me alegra saber eso! —exclamó el joven de piel canela con entusiasmo—. Iré a cambiarme y luego prepararé el desayuno, ¿Sí?
—Puedo ayudarte con eso, Tae—sugirió, apoyándose en su codo para sentarse—. No me cuesta nada.
—No, déjame hacerlo por fis. Estoy muy motivado gracias a los programas de cocina que estuve viendo. Déjame retarme a mí mismo, aunque sea por esta única vez, Kookie.
En la mirada de Taehyung lo único que Jungkook encontraba era pura determinación. Realmente estaba poniéndosela difícil, aun cuando sabía que terminaría cediendo.
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Lullaby in the lake; JJK & KTH
Casuale*ૢ. Su corazón estaba decidido a no volver a enamorarse, pero el destino tenía otros planes.*ૢ La noche había caído cuando Jungkook escuchó un precioso canto proveniente de un lago en medio de la espesura del bosque... Este era tan fascinante que fu...