DECIMOSÉPTIMO ACTO

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Se apresuro por el pasillo sabiendo lo tarde que era. Tenía que alcanzarlo en su oficina porque no sabía si iba a poder soporta la duda por mas tiempo, demás, con el estreno de la obra tan cerca, todo se reducía a los ensayos y los pormenores de ello. Tocó la puerta y soltó un suspiro al saberlo en el interior. Miro a todos lados. Pese a encontrar lobos cerca, ninguno le presto atención.

—Adelante.

Y dudó sobre todo porque, pese a su incertidumbre, no sabia si iba a poder con lo que ese alfa iba a decirle. La verdad quizás no iba a gustarle y salvar a Taehyung no iba a poder hacerlo, así que su terror lo encontraba razonable. Porqué lo quería, Taehyung llego a meterse en su corazón como nunca imagino. No solo era un prospecto a marido y futuro padre de sus hijos, agradeció este viaje con escusa de club de teatro porque le ayudo a disipar todas las dudas alrededor de ese compromiso: quería que Taehyung fuera su alfa.

Sin pensarlo mas, ingresó a la oficina y vio al profesor sentado en el escritorio de siempre. Todo lo veía igual desde que llego y tuvo que acoplarse a ese mundo de alfas: las miradas, los ligeros olores a causa de los supresores, la forma distinta de relacionarse...¿Por qué ahora sentía que ya no entendía nada; que nada de lo que sentía tenía razón?

—Jimin  ¿qué sucede?

Y tragó el nudo en su garganta para poder preguntar lo que tenía dándole vueltas en la cabeza, incluso quitándole el sueño, lo que se instalaba tan angustiosamente como posible futuro.

—A mi me ha surgido una duda.

—¿Respecto a qué? —Pese a que no parecía muy interesado, no dejó de prestarle toda su atención —¿Seguro puedo ayudarte? Me refiero a que no soy muy bueno en cosas de omegas.

A esas alturas pensó en retractarse pero recordó a Taehyung y lo diferente que olía, lo distante, lo poco perceptivo que era con él y su estado de ánimo. Eso le hizo fruncir el ceño.

—Es respecto a los alfas.

Y el profesor Min sonrió menos tenso.

—Te escucho.

( メ )

Taehyung despertó abrazando la tercer camiseta que  Hoseok le había prestado en la semana. Se había negado a regresársela el día anterior con la escusa de no haberlo visto ni escuchado sobre el pasillo porque tenia prisa. Rodó en su pequeño catre e inspiró con fuerza. Amaba el petricor de Hoseok, le llenaba de paz y tranquilidad, se sentía menos ansioso y podía trabajar con Jimin en el teatro sin tanto pesar.  De solo pensar que solo faltaban días para que se fuera por fin, su humor se expreso agradable.

Se levantó y vistió su uniforme, dejó la corbata sin anudarla con la intensión de que Hoseok le ayudase y calzando sus zapatos, lo escuchó salir de su habitación. Ese día tenia una clase temprano y era casi imposible que se vieran para tomar el desayuno juntos, no obstante y sabiendo de los días tan ajetreados, esta vez hizo un esfuerzo por levantarse horas antes de lo que debería.

Pretendió alcanzarlo en el camino y tomar un té juntos, pero tan pronto como doblo esquina para bajar las escaleras, reconoció una mata rubia al final de las mismas hablando con Hoseok entre sonrisas tensas.

No quiso sentirse horriblemente amenazado, pero la actitud de Park no daba pauta para sugerir otra cosa. Parecía que todo el tiempo estaba estrangulándolo, no se separaba lo suficiente para evitar que lo considerara molesto e inoportuno. Y se estaba hartando de ello. De todo su hostigamiento a base de preguntas, enojos, sospechas y malas caras hacía Hoseok. No tenía idea de lo que pasaba por la cabeza de Park Jimin pero a esas alturas ya sabia que Jung no era de su afecto, ¿Qué hacia, entonces, abordándolo tan temprano?

INMORAL 狼; HOPEVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora