—No puedes estarme jodiendo.
Su respiración era errática.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Esto no puede estar pasando. Tú... agh, no. Hoseok, no se supone que tú deberías ser así.
—Así ¿cómo?
Fue un error confesar el desequilibrio de manera tan espontanea. Hoseok vio el terror dibujado en los ojos de Taehyung. Las dudas que buscaba responder en silencio le hicieron arrepentirse. Sus manos estaban temblando y su mandíbula también, ya no pudo retractarse.
El pequeño cigarrillo se consumió rápidamente, las cenizas se esparcieron por el suelo y a ninguno de los dos les importó si eso los delataba.
Poco a poco e irremediablemente, a Taehyung también lo consumió el deseo de golpearlo por la simple razón de producirle un desastre.
—Taehyung di algo, por favor.
—No sé que decir. Solo quisiera golpearte, ¿puedo?
Hoseok evito la mirada, realmente considero aceptar que Taehyung lo golpeara, a lo mejor le acomodaba las ideas. El silencio se prolongó hasta que el menor de ambos pudo volver a hablar.
—¿Sabes? Esto es absurdo. Tu no puedes... Me refiero a que se que soy genial y condenadamente atractivo. Nos llevamos bien, a veces peleamos todo el tiempo pero no es tan grave como parece. Y solo estas confundido, como lo has dicho. Eso no es la gran cosa. Te gusto porque soy una majestuosa persona, yo también me confundo conmigo mismo, no lo pensemos mucho —Hoseok rodo los ojos, Taehyung trataba de sonar gracioso y quitar la connotación desastrosa en todo aquello — Hyuna... Hyuna puede ayudarte. Mañana almorzaras con ella y nos olvidaremos de todo esto. Estarás bien.
Llego a hasta él, lo vio tragar saliva y le dio unas palmadas en el hombro. Esperó que respondiera y a duras penas Hoseok pudo asentir.
Después lo dejó sólo.
De camino al dormitorio, Hoseok pensó en lo idiota que había sido al confesar algo tan vergonzoso, ¿qué había esperado? ¿realmente pensó qué Taehyung tenia un ínfimo interés parecido al suyo? ¡Tonteria! Si ese alfa tenia la vida resuelta, un esquema que otorgaba marco mínimo de error no iba a ser quebrantado por algún idiota anormal.
Se conflictuó aun mas imaginando a Taehyung mostrando un poco de reciprocidad. ¿Qué hubieran hecho con eso? ¿Acaso era posible sobrellevarlo sin que uno de los dos terminara matando al otro? Ambos alfas, a simple vista seres dominantes y atroces no serian capaces de sobrevivir a una monstruosidad como esa.
Hoseok lo entendió a la mañana siguiente, después de haber sido obligado a levantarse por el horario de sus clases. Taehyung no podia ser mas que una idealización en base a sueños donde en vez de alfa, parecía una extraña combinación de castas, y eso no era posible. No existía tal criatura y dudaba mucho que se tratara de alguna cosa diferente a su depravación.
Decidido a enfrentarse a todo aquel que pudiera ayudarlo, se levantó para saltarse el desayuno e ir directamente a su aula. Ahí nadie lo molestaría. Utilizaría todo el tiempo que quedara hasta el almuerzo para trazar un plan que le funcionará para salir de la contingencia. No podía desviarse de su único objetivo, por el que se había encaprichado tanto y el que le ayudaría a coexistir allá, afuera, junto a su padre.
Y si Seokjin tenia un poco de razón dentro su repentino interés por el aspecto romántico en la vida de Hoseok, entonces debía averiguarlo.
Hoseok estuvo totalmente de acuerdo con que Hyuna era una belleza andante. Prototipo perfecto, que estuvo seguro, su padre aprobaría si Hoseok algún día la llevase a casa. Menos mal, Hoseok pudo sentir cierta empatía por tenerla cerca y percibir su fragancia natural sin problema alguno. Mas complicado fue que Taehyung ser natural. Hoseok sentía la incomodidad infestándole los poros de la piel, no sabia (y no quería pensar) que era porque se había arrepentido de exhortarlo, prefirió en todo caso, creer que seguía incomodo por la ultima charla.
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INMORAL 狼; HOPEV
Fanfiction¡♡! hopev; híbridos Hay situaciones que son inexplicables y terminan carcomiendo nuestro juicio en un lento proceso. Jung Hoseok no sabe que su deseo por ser un hombre honorable va a llevarlo a conocer la carente lógica y el inmoral estigma de dese...