SÉPTIMO ACTO

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A Hoseok se le olvido que el asalto de privacidad era dentro de las primeras horas del dia. Por eso, nada mas las campanas dejaron de timbrar, saltó de la cama desorientado, se ahogó con su saliva, y bajo aturdimiento, sin ganas de olvidar los melódicos gemidos de su imaginacion, recibió a Jeon casi como siempre.

El chico entro haciendo escandalo. Dio un largo vistazo, deparó en Hoseok quien no tubo oportunidad de taparse la ereccion firme debajo de su calzoncillo y rio malintencionado; posteriormente violentó la cajonera y las sabanas. No encontró nada esta vez aunque fue una inspeccion que arraso cual remolino por cada esquina, el dormitorio termino siendo un desastre. Y solo antes de salir, Jeon le hizo un comentario que a cualquiera le sentaria de maravilla pero que, bajo su pudorosa mascara de monje, no hizo sino avergonzarlo.

Sonrojado, volvió a sentarse en su cama y jalo de sus hebras oscuras revolcandose en su vergüenza. Como dosis adicional, Taehyung se asomo por su puerta en un estado similar al suyo: rostro hinchado y cabello revuelto con solo el pijama puesta de cintura para abajo.

—¿Hyung? —El honorífico ya resultaba absurdo a esas alturas, solo se ocupaba ocasionalmente, cuando Taehyung no sabia muy bien cual era el estado de Hoseok.

Y aunque su excitación ya iba en declive, su voz lo hizo colapsar. No obstante, el caos en su cabeza se intensifico cuando vio esa mirada luchando por permanecer con los ojos abiertos.

Hoseok contestó con un extraño sonido desde la garganta para que no se notara lo afectado que estaba y volvió a esconder su mirada. Los pies descalzos de Taehyung no lo alertaron de nada, cuando lo sintio, ya se estaba echando en su cama, a su espalda.

Taehyung no olía a nada.

—Estúpidos directivos histriónicos. —La voz fue estrangulada con las sabanas. Hoseok no pudo estar mas de acuerdo a pesar del esfuerzo que adquiría mantenerse centrado en ello. Se acomodo mejor. Sus tibios cuerpos rozaron ligeramente —¿Qué hora es?

La respuesta de Hoseok fue al instante  —Seis quince.

—Fantastico, nos quedan cuarenta minutos para seguir durmiendo.

La invitación implícita se solidifico con el silencioso metiabundeo de Taehyung pero Hoseok tuvo en claro que jamas en la vida podia compartir cama con Taehyung. Ya estaba haciendo mucho con tan solo dejarlo ahí, en su territorio, con la confianza de envolverse en sus sabanas. Respirando cerquita, tanto que podía sentir cada respiración acompastada en su brazo izquierdo sin preguntar.

—Ire a bañarme. Nos vemos en el campo.

Entonces Taehyung alzo el rostro y dudó de su absurda intención pero Hoseok a penas se permitió verlo sobre su cama, tenia todo un lío en la cabeza y lo que menos quería era hacer un escandalo, ¿quién le aseguraba que no lo sacaría a trancazos de su dormitorio?

Busco ropa limpia y utensilios de su necesidad, y con todo el tiempo que le sobraba para entonces, se duchó. Volvió a ver a Taehyung hasta despues, en el entrenamiento físico de cada mañana de domingo en el campo mas grande. Esa vez, el profesor que impartía la lección de control de ira fue Min Yoongi y no hubo cosa mas desfasada antes del almuerzo que tener la impresión que cada orden se grito  (presisamente) con ira desde las entrañas de aquel alfa. Fue peor que la fuerza bruta.  Alimentar un sentimiento tan debastador para no poder ni siquiera expresarlo dejó a todos agotados.

A Hoseok no le importó ducharse por segunda vez. Y fue secuestrado en el almuerzo por Taehyung. Pero lo que pretendía ser para dos termino en una mesa de diez lobos (incluidos Jeongguk y Namjoon) comiendo ensalada de espinaca y bebiendo jugo verde llenos de insinuaciones presuntuosas de todo tipo.

INMORAL 狼; HOPEVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora