El último recuerdo es el de su sangre. Sangre que, mientras escurría por el prado verde, hervía plástica. A borbotones, por todos lados. Y el portador, con voz herida, gemía el nombre de aquel por quien había muerto con voz gutural, la que pertenecía a su alma, así, desnuda, después de la última lucha en la que había querido transmutar.
Había querido escapar: rodeó su casa y cayó, gracias a la crueldad de aquellos otros, frente a su ventana. Lo vio todo. Sí. Vio como despegaron su piel como cáscara. Heterogéneo. A pedacitos. Rugió, quizás una maldición a la sangre que le condenaba después de ser descubierto, de haber visto la estirpe indigna de su especie; aquella que condenaba la existencia de una inusual forma de vivir.
Y vio justo cuando su padre dio la última estocada directo al corazón.
No quedó nada. Ni sangre que bullía desde las arterias, con pasiones a un ser que fue su igual o un paria condenado a la soledad. No existía ni aliento ni palpitar. Ni amor ni dolor.
Que ser tan miserable, tan corrupto y deleznable.
¿Amor? —Se rieron de él — ¿Someterse a un alfa es amor? La perversidad de este mundo se desata con pensar que puedes amar a alguien con quien ni siquiera puedes procrear, ¿quien se cree ese monstruo, astuto y venenoso, para darme lecciones de vida? Si él llevaba la viva imagen de la depravación entre su ingle.
No iba a negarlo. A veces recordarlo era suficiente. Él ya había estudiado sus recuerdos durante muchas noches: cada vez que se sentía culpable, cada vez que sentía que lo adoraba mas y mas. Y nunca hallaba respuestas; solo más recuerdos y palabras difusas. Solo una profunda tristeza por el hijo de los Wang y su compañero.
¿Entre la ingle? Ahí, quizás ambos, putrefactos, habían encontrado más razones que sólo la concepción de vida. Ahí quizás se escondía la verdadera identidad de lo que era; de lo que le llamaba cada vez sentía esa sangre bullir como agua caliente. Lo que le hacía crecer en tamaño y en ferocidad, como si no hubiera remedio, como si transmutara al género correcto.
Quizás nunca debió nacer como alfa. Quizás nunca lo había sido. Quizás no le correspondía ninguna de esas responsabilidades que se adjuntan en su apellido y quizás, la perversidad de ese mundo ahora era él, quien no necesitaba de omegas para sentirse satisfecho, ni le entusiasmaba la tradición de su manada. A lo mejor la perversidad era él, quien teniendo a Hoseok respirando tan cerca, percibiendo la tibia sangre recorriendo su cuerpo entero, a borbotones, no necesitaba nada de la vida que había tenido. No necesitaba nada, solo a él y una marca en el cuello.
Creo que este es el ultimo INTERLUDIO. Son en teoria, sueños cortos de Taehyung expresando sus traumas y por eso bastante confusos.
Aprovecho para dale las gracias a los lectores viejos asi como a los nuevos, esperando que siga siendo de su gusto la historia que no falta mucho para llegar al final.
El siguiente capítulo tardará un poco pero queria regalarles este lo antes posible, porque... No sé, me causa ansiedad tenerlo y no publicarlo xd
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INMORAL 狼; HOPEV
Fiksi Penggemar¡♡! hopev; híbridos Hay situaciones que son inexplicables y terminan carcomiendo nuestro juicio en un lento proceso. Jung Hoseok no sabe que su deseo por ser un hombre honorable va a llevarlo a conocer la carente lógica y el inmoral estigma de dese...