INMORAL 狼; HOPEV

TERCER ACTO

—Un Alfa tiene que ser un hombre razonable, perspicaz y de grande noción. No solo se debe al hecho de ser un líder porque controla la voz de mando. Un alfa se califica porque no necesita de la dictadura por naturaleza, nuestra parte humana debe ser mas fuerte que la de un lobo que por instinto, crea una jerarquía funcional y violenta. Si actuamos de forma salvaje, en eso hemos de convertirnos...

Hoseok no paró de morderse el labio hasta hacerlo sangrar. Las palabras de su profesor taladraron en el remordimiento con el que luchó en la mañana al levantarse. Su nariz que no olvidaba el aroma de Taehyung después del acto incidental solo lo hizo sentirse mas inhumano. Se ducho, se vació el frasco que contenía la fragancia favorita de su padre encima y aun así, la almendra entremezclada con el sudor natural de la piel acaramelada de Taehyung no lo abandonó.

Se atrevió a saltarse el desayuno y ni siquiera lo vio por el pasillo. No estaba seguro si debía agradecerle a la perlada luna por dicho respiro. No verlo solo aumentaban las expectativas a un reencuentro furioso y desentendido. Pues Hoseok, falto a su regla y llegase a su catre la noche anterior con el corazón desbocado, obtuvo respuesta bajo el colapso de toda su razón como un cachorro torpe e ignorante.

Taehyung vivía las primeras horas de un celo cuando él arribó como cualquier sinvergüenza. No conforme, halagó sin palabras, olfateando dosis desmedidas de su esencia, como si fuese cualquier muestra de fragancia adquirida en los mercadillos, deseo tocarlo, dominar un cuerpo caliente y delgado bajo el yugo de su cansada mente.

Tan solo de pensar sus indecentes actos, sabia que todo estaba al filo de la borda. Le torturaba no saber cual era la respuesta de Taehyung en todo caso.

—Señor Jung, ¿como va el tema de la lavandería? — El profesor Min le abordo cuando se dirigía a la biblioteca por algún tomo de su entretenimiento. Por primera vez estaba cansado de la biología y sus subyacentes, necesitaba algo ligero para rendir sin colapsar.

Caminaba al interior del pasillo que conectaba todos los edificios. La tarde era tibia y tranquila, por lo general, las actividades escolares terminaban a las dos y media y para las tres había pocos Alfas rondando en los interiores. Se aglomeraban en los jardines y el comedor, las bibliotecas en temporada de evaluaciones, y cada quien en su habitación. Los profesores en cambio, vacilaban en las aulas, quizás estudiando mas que un alumno o dentro de clases extra curriculares que ha Hoseok jamás le habían interesado.

El Alfa Min se encontraba ahí, en un banquillo de descanso fuera de la sala de profesores.

Hoseok hizo una reverencia saludando. No se detuvo a dar muchos detalles. Llevaba prisa, no tenia tiempo ni ganas para hacerle saber a su profesor que su escarmiento daba resultados en pocos días de ser una mierda.

—Espero que Taehyung no sea un verdadero problema. Es un poco extraño pero buen chico, me gustaría que le enseñara un poco de disciplina.

—Con todo respeto, no soy un educador —le sonrió a toda costa, el acto era reconocido por haberse practicado con saña anteriormente. Hoseok apenas sonreía porque si. Y Yoongi lo sabia.

—Lo se, pero Taehyung no es el único que tiene que aprender de ello —lo miro con aquellas pupilas que, de no ser porque en su identificación mencionaba que era un canido,  fácilmente podría decir que pertenecían a un felino —En el tiempo que llevo observándote he notado que te fallan ciertas cualidades. Aspectos sociables. En especifico, el contacto entre Alfas. Las relaciones son tan primordiales como la disciplina. Deberías poner un poco mas de empeño en eso, los lobos no somos una especie que sobreviva en la soledad, no somos como los gatos.

Y aquel mote despectivo para referirse a otra especie era de fiar.

Hoseok volvió a sonreír, asintió, quizás empuñando sus manos con mas violencia que otras veces y se excuso con su profesor para retirarse.