☆;; O35

1.2K 169 106
                                    

Abrió los ojos, producto de la luz.

Sintió la calidez alrededor de su cuerpo, y sonrió.

Los brazos del mayor lo rodeaban, teniéndolo contra su pecho desnudo.

Se sentía cómodo, muy cómodo.

El mayor seguía durmiendo profundamente, y eso le enterneció.

Se quedó en silencio observándolo dormir, con una sonrisa en el rostro.

Tenía todo el cabello desordenado, y algunos mechones descansaban en su frente.

Estiró su mano con cuidado, y retiró los mechones de su frente.

TaeHyun parecía un bebé cuando dormía.

Y eso enternecía más a BeomGyu.

El menor amaba a TaeHyun profundamente.

Su corazón se sentía en completa felicidad al tener al mayor a su lado.

TaeHyun también lo amaba profundamente, y se lo llevaba años demostrando.

Desde que se quedó con él, el mayor no ha parado de demostrarle su amor, y darle la confianza necesaria.

TaeHyun cuidaba a BeomGyu con profundo amor, y BeomGyu se dejaba querer por TaeHyun.

Ambos se complementaban a la perfección, se unían de manera perfecta como dos piezas de algún rompecabezas.

TaeHyun siempre estaría junto al menor, en todo momento de la vida.

Se quedó mirándolo otro rato más, hasta que sintió hambre.

Intentó separarse sin despertar al mayor, pero eso era una misión imposible.

TaeHyun se movió, sosteniéndolo con más fuerza.

—No te vayas —sintió la voz de TaeHyun, algo adormilada—. Quédate aquí.

—Tengo hambre, quiero desayunar.

—El desayuno puede esperar.

—Para ti, no para mí —BeomGyu rio—. Déjame ir a preparar el desayuno y lo traigo a la cama.

—Pero no me quiero separar de ti —TaeHyun se quejó— ya nos separamos mucho tiempo.

—Entonces si no te quieres separar, ambos nos levantamos.

—¿No hay otra opción?

—Mmm —el menor lo pensó—. No, ninguna más.

Ambos rieron suavemente.

TaeHyun soltó a BeomGyu, dejando que este se levantara de la cama.

—¿Había dicho ya lo sexy que te ves con una camiseta mía puesta?

—¿Había dicho lo sexy que te ves en ropa interior? —respondió el menor, saliendo de la habitación.

—Me veo mejor sin ella.

—No me queda duda —respondió desde el pasillo, riendo fuertemente.

Llegó a la cocina, y comenzó de inmediato a buscar los ingredientes que necesitaría.

Se sentía cómodo en el departamento nuevamente.

Era su casa, su hogar, el lugar más seguro del mundo según él.

Comenzó a cocinar, sintiendo después de un tiempo las pisadas de TaeHyun sonando por el pasillo.

—¿En que te puedo ayudar, bebito?

engaño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora