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YeonJun:

Wow, no me esperaba para nada tu carta, no pensé que intentarías contactarme nuevamente.

Me sorprendí cuando leí que venía desde Japón, al principio pensé que serían malas noticias, o una carta de despedida. Pero me alegro de que no sea así.

No sabía si escribirte, pero sentí la necesidad de hacerlo, así que busqué papel y lápiz y comencé a escribir.

Tranquilo, no le diré a TaeHyun de la carta, yo sé que él se enojaría o le molestaría, porque te odia con fuerza y amargura. Así que a ambos nos conviene que se mantenga en silencio.

Me alegra saber que te encuentras bien, aunque nadie más pueda saberlo.

Han pasado muchas cosas desde que te fuiste.

Tenías razón, retomé mi relación con TaeHyun. Te seré sincero, al principio moría de miedo, no sabía como terminarían las cosas o si ambos juntos funcionaríamos otra vez. Pero todo resultó de maravilla, entre nosotros hay un ambiente tan lindo que me encanta.

Sobre lo de HueningKai, la verdad yo también he estado pensando lo mismo, pero no te lo puedo confirmar, porque no lo sé con claridad. Lo que si sé es que ambos son muy unidos y se llevan bien, aunque a veces pelean por pequeñas cosas como si fueran niños pequeños, pero eso los hace ver muy tiernos.

Puedes estar tranquilo, si HueningKai me llegara a llamar y me dijera que SooBin o otra persona le hizo algo, no lo pensaría dos veces e iría a visitarlo, y golpear al bobo que se atreva a molestarlo.

HueningKai es un ángel, un bebé pequeño que necesita amor y comprensión, nada de mentiras o críticas destructivas.

Creo que no lo sabes, y mucho menos lo esperas, pero en el fondo de mi corazón, casi en un rincón, existe todavía, igual de vivo que antes, ese amor de amigos que sentía por ti hace más de un año.

Si te volviera a ver, después de tantos meses de reflexión y paz, no te insultaría, y mucho menos te golpearía, te recibiría con una sonrisa y un abrazo, quizás. Reiría contigo y volveríamos a hablar como antes, por horas y horas sobre distintos temas que nunca acaban, como si fueran una lista infinita de temas de conversación.

Yo también sigo usando aquellos trucos o consejos que me diste por todo el tiempo de nuestra larga amistad. Sigo disfrutando de la naturaleza como única belleza inacabable, sigo haciendo pequeños estiramientos cuando despierto, y sigo utilizando gafas de sol cuando tengo que cortar cebolla.

Esas cosas, por pequeñas que se vean, dejaron una gran marca en mi corazón y mi mente, y eso nadie lo podrá borrar.

Por cierto, en el departamento ya no vivimos solamente TaeHyun y yo, ahora también vive Toto.

Toto es un pequeño cachorro que adoptamos de un refugio de animales, resulta que lo había maltratado y tiene las patitas traseras chuecas, lo que provoca que le cueste caminar o correr. Lo adopté porque lo amé en el momento en el que lo vi, y su problema de desplazamiento no me impide disfrutar de él.

Ahora está caminando mejor, con TaeHyun lo estamos ayudando de vez en cuando a caminar, como si fuera un bebé, y eso ha hecho que ahora ya no le cueste tanto caminar y ya no se cae tan seguido cuando corretea por la casa.

Es increíble, es un gran avance en poco tiempo, me siento como un padre orgulloso al ver los primeros pasos de su hijo.

Retomé la pintura. Había olvidado la maravillosa sensación que es tomar el pincel entre mis dedos y retratar exactamente lo que siento, sin límites que me encierren, dejando mi mente volar por la creatividad.

¿Recuerdas aquél cursi regalo que me diste para mi cumpleaños cuando recién llevábamos poco tiempo de conocernos? Te avergonzaste porque pensaste que era tonto regalarme una foto de ambos con un precioso marco decorado por ti. A ti te parecía un regalo basura, para mi era una muestra de amor perfecta y linda, sin pasarse de los límites. El caso es que todavía la tengo, no puesta en algún lugar visible, pero si está entre mis cosas de pintura, en un lugar donde solo yo se donde está y puedo apreciarla.

El 'Choi Yeon Genius y Choi Handsome Gyu' que escribiste en la parte de atrás aún me hace reír, me recuerda a esa época donde decías ser el genio de la vida y la mayoría de cosas que hacían terminaban mal, como cuando copiaste en un examen y la profesora se dio cuenta, o cuando estudiaste para inglés y tenías prueba de biología. Cosas que solo te pasaban a ti por distraído.

Wow, mientras escribía esto comencé a sonreír sin darme cuenta, y ahora creo que mis ojos están cristalizados.

HueningKai también te quiere, como amigo o hermano, pero te quiere. Y lo sé porque antes lo decía, antes de que tu nombre se transformara en un tabú entre nosotros.

Es raro, yo no tengo problema en nombrarte, pero al resto le resulta incómodo escuchar tu nombre, así que solo lo ignoro y no te nombro.

Había olvidado decirte que te pinté en uno de mis cuadros, no eres exactamente tú porque hace mucho que no te veo y tu recuerdo está algo distorsionado en mi mente, pero lo importante es que eres tú.

Estás sentado bajo un árbol, leyendo un libro en la sombra y sintiendo la suave brisa mover tu negro cabello de un lado a otro, sin llegar a despeinarte por completo. Llevas gafas negras de lectura, aquellas que usabas algunos días porque no te gustaba estar siempre con ellas puestas.

Si estás pensando lo que creo que piensas, déjame decirte que estás en lo correcto.

Pinté el momento en el que te vi por primera vez con gafas, donde quedamos en el parque para pasar la tarde juntos y conocernos mejor. Aquella imagen impactó tanto en mí que sentí que tenía que retratarla para que el recuerdo no se borrara con el paso de los años, cuando mi memoria se vaya haciendo cada vez más débil.

Toto está mirándome curioso, como preguntándose que estoy haciendo. Es una cara muy graciosa, ojalá pudieras verla ahora mismo, de seguro que te reirías de él y luego lo acariciarías, como lo hacías con cada animal que te encontrabas en la calle.

Espero que no te haya molestado recibir mi carta, cuando vi la tuya yo también quise escribirte.

Que sepas que sigues en mi corazón, y que a pesar de la distancia, estoy aquí por si me necesitas.

Por si nunca nos volvemos a ver, me despediré ahora.

Cuídate, mantente saludable y sin mentiras.

Sigue siendo aquel Choi Yeon Genius del que tanto alardeabas.

Hasta luego, YeonJun.

~BeomGyu.




Levantó la vista, y secó una lágrima que caía por su mejiila.

Sonrió, sintiéndose el hombre más feliz del mundo.
 
─Gracias, BeomGyu.

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