Desde que perdí tu amor
by
Lady Graham
. . .
El impacto de haberlo visto ahí no se hizo esperar tanto en rostro como en todo el ser de Candice White Ardley. Sí, nada de lo visto o escuchado afuera de esa carpa le había mentido. Era él. Era Terry, y en una penosa situación, que la joven de momento no podía creer. No obstante, conforme los minutos fueron avanzando, ella poco a poco se iba recuperando de la impresión.
Paso siguiente y alentada de que él estaría bien, la rubia —sosteniendo su inseparable maleta— dejó ese intento de teatro en el suburbio Rockstown para continuar con la búsqueda de Albert. Sin embargo, metros había recorrido cuando fue interceptada.
— ¿Eres tú, señorita Candy? — le preguntaron; y al verificar: — ¡Señorita Candy! — se hubo exclamado.
De momento, la pecosa no reconoció a la persona que le había llamado por su nombre. Pero, al ser descubierto un rostro que se había mantenido oculto detrás de la capucha de una capa negra...
— ¡Miss Baker! — pronunció la dulce voz de la interceptada al haber identificado al misterioso personaje.
— Sí — ¿se corroboraba? — supuse que eras tú.
— ¡¿Qué hace aquí?!
La jovencita hija de Pony, espantada, increíblemente miraba hacia una entrada.
— ¿Quizá lo mismo que tú? — pretendieron indagar.
— No — musitó Candy un tanto temerosa. Y segura, afirmaba: — ¡No, no lo creo! ¡Yo vine por...
— ¿Tienes prisa por irte? — hubieron cuestionado por la siguiente razón: — Me gustaría platicar contigo.
— Bueno... es que...
— Por favor — Miss Baker suplicó prometiendo: — No voy a quitarte mucho tiempo.
Ante el obvio gesto de una afligida madre, la joven aceptaba:
— Está bien
— Gracias — se apreció sinceramente. — Por aquí, por favor —, la bella actriz señaló un camino informando de lo que visitarían: — hay un restaurante donde podremos estar cómodas.
— Sí... la sigo — dijo Candy cediendo un paso; y una fémina detrás de la otra iban hacia el lugar indicado.
Mientras tanto en el teatro...
Luego de divisada aquella angelical y llorosa visión, Terry comenzó a analizar las cosas. Al final de ello, supuso que no tenía dos caminos; y por ese único sendero regresaría a... Susana... Strafford... Nueva York... no sin antes informarse con el empleado que le buscaba referente a la bonita chica de pecas que había visto entre la audiencia.
— Bueno, había pocas jóvenes, pero... estaba demasiado oscuro ahí que no recuerdo haber visto alguna con pecas.
Esa respuesta le hubo confirmado al actor la alucinación de la cual hubo sido víctima, y abandonó el lugar que solo buscara por dinero y le mantuviera el vicio en que había caído. Levantado, Terry Greum sería otro.
Su madre misma reconocía el cambio padecido gracias a la simple presencia de ella, que sentadas y de frente a su persona extendía:
— Discúlpame por desviarte de dónde ibas
— Está bien — dijo Candy esbozando una ligera, pero sincera sonrisa.
— No esperaba encontrarte aquí — dijo la bella mujer y más palabras que Candy no les prestaba atención por estar diciendo en su interior:
— Elinor Baker... tiene los ojos de Terry, pero... se ve extremadamente delgada —, y ese estado corporal anudado a un rostro sumamente demacrado preocupó a la enfermera. — También ha renunciado a su carrera para poder así cuidar de su hijo...
De pronto, la joven dejó su interno monólogo para hablar:
— Miss Baker, yo... no pensé que Terry fuera capaz de verme. Estaba muy oscuro. Él no pudo...
— Estoy segura que te vio —, la voz de una madre comenzó a apagarse conforme intentaba decir: — Mi instinto maternal... me indica que tú... has tenido el poder de...
— ¡Miss Baker! — exclamó una alarmada Candy, la cual se puso de pie para saber: – ¿está bien?
No hubo más respuesta, porque un cuerpo se desvaneció.
— ¡Por favor, llamen a un doctor! — pidió la joven rubia yendo a lado de la inconsciente mujer.
Los ahí presentes se miraban unos con otros, siendo el encargado del local quien dijera:
— Lo lamento. El que había... ayer murió.
— ¡Rayos! — espetó la señorita White e hizo todo lo posible, apoyada de los conocimientos recibidos por el doctor Martí, de reanimarla. Sin embargo...
— Señor, hágame un favor. A cuadras de aquí hay un teatro. Su actor... Terence... es urgente que venga aquí.
. . .
Líneas traducidas del manga versión en inglés y dichas por Terry en el teatro de donde lo rescatara Candy.
Estoy listo para morir en tu mano.
Soy tan bueno como muerto... desde que perdí tu amor.
Mátame de una vez.
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DESDE QUE PERDÍ TU AMOR
FanfictionCandy anda en la búsqueda de Albert; y en el camino, se encontrará con una madre angustiada y enferma que necesitará de una enfermera no muy segura de querer atenderla por ser también el camino directo a Terry. ************ Escrita primera vez escri...