Capítulo 15

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Me encontraba vestida con unos pantalones ajustados de Mira, y una camiseta sin mangas. Mira se agarró el cabello en un moño desordenado, y se colocó unas botas vaqueras desgastadas. Me hallaba sentada en el mostrador de la recepción golpeteando mis dedos en la mesa brillante de la recepción.

—¿Puedo ofrecerte algo? —me preguntó una mujer de cabello negro, liso y largo, mientras la preocupación se marcaba en su rostro. Su nombre es Rosa, y salió corriendo hacia el rancho.

Negué con la cabeza.

—Estoy bien. Sólo tienes que ir. Va a ser más difícil si estás ahí. — Rosa parecía estar enferma. Tenía ojeras debajo de los ojos, y sus, manos se retorcían debajo de una pequeña toalla.

—Grita si necesitas algo —dijo saliendo por el pasillo mientras apagaba las luces.

Ahora me encontraba completamente sola en la oficina. Las únicas luces que había eran las del porche. Me senté en la silla y miré alrededor de la oficina, intentando encontrar algo en lo que perder el tiempo.

No había nada en la oficina que indicara la presencia de la chica anterior, la que yo reemplazaba temporalmente. Todo lo que sabía era lo que Mira me dijo, según ella teníamos el mismo color de cabello y éramos algo parecidas. Ella tenía los ojos más oscuros, no azules como los míos. Y teníamos distintos colores de piel. Además no tenía una cicatriz en la cara. Fui instruida para mantener mi lado izquierdo de la cara alejado de la puerta, para hacerlo pensar que yo era esa chica.

Agarré un libro del librero cercano a la puerta y me senté en la silla detrás del mostrador.

Una hora más tarde, el día seguía sin movimiento. Afuera se veía totalmente oscuro, y silencioso. Espere un poquito más, pero la inquietud crecía dentro de mí. Dejé el libro en el mostrador, y caminé hacia la puerta. No podía ver si era Mira o NamJoon, pero sabía que ellos estaban ahí, en algún lado. Así de incomodo como NamJoon se sentía con esto, yo sabía que él se hallaba allí afuera, no me dejaría sola. No sabía cómo me sentía al respecto. No existía sombra de dudas de que me hizo sentir la más variada gama de emociones que normalmente sentía, pero no podía digerirlas.

Me encontraba tan envuelta en mis pensamientos que casi perdí el brillo que venía en sentido contrario a las cabañas. Sea lo que sea captó la luz de la luna y la reflejó hacia la entrada principal. Me paré en la puerta intentando tener una mejor visión de la luz. Lo que sea que fuese se hallaba cerca de la entrada del rancho. Salí al porche, intentando tener una mejor visión del destello. Fui por el camino de grava bajando las escaleras para ver mejor. Fue entonces cuando vi los focos titilantes. Oí el crujido de la grava, pero ese sonido no era el mío. Mis ojos se dispararon, viendo al hombre agachado detrás del vehículo estacionado en la calzada, mirándome con ojos negros y acercándose. Al instante le di la mejilla izquierda para evitar su punto de vista. Fue entonces cuando él empezó a correr.

Mierda, pensé en mi cabeza. Mi cuerpo se congeló, una pequeña voz comenzó a gritar en mi cabeza.

Me di vuelta y empecé a correr según las instrucciones a la última cabina. Mi retraso significó una gran ayuda para él, podía oír sus pasos, y sus gruñidos, incluso ver su sombra justo detrás de mí.

Mi corazón latía el doble por unidad de tiempo. Empecé a sentir miedo, del tipo paralizante. Entonces me acordé que NamJoon estaba allí en la oscuridad. Entonces sentí alivio. Eso me dio más fuerza. Segundos después de que mis pasos viraran a la izquierda, sentía el sonido de la grava y un sonido moribundo. Ahora todo lo que podía oír eran gruñidos, la sangre rugía ferozmente en mi cabeza. Estábamos fuera de la luz en ese momento, en la completa oscuridad.

Diez Bajo Cero ➳ Kim NamJoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora