Epílogo

266 24 10
                                    

Diez meses después

Probablemente era una idea tonta. Sabía eso. Pero valía la pena intentarlo. O, eso es lo que me dije a mi misma cuando aterricé en Denver y esperé por él en el reclamo de equipaje después de un vuelo nocturno desde California.

Miré alrededor, observando a la gente dar vueltas alrededor, esperando por el equipaje y abrazando a sus seres queridos. El NamJoon que vivía ahora era en muchas maneras el mismo NamJoon. Aún sigue diciendo cosas rudas sólo para hacerme reír. Pero sigue muy confundido. Intenté no presionarlo. Me quedé a través de su primera ronda de quimio antes de regresar a casa a California. NamJoon se quedó en Texas, con su hermana. Ella lo llevó a sus citas de quimio y al gimnasio tan seguido como era posible. La cirugía lo había debilitado, pero él está prácticamente de regreso a la normalidad. Sus recuerdos de mí aun seguían ausentes, y eso picaba un poco. Especialmente cuando recordó su vida antes de mí.

Me llamó desde Texas algunas semanas después de la cirugía y me pregunto su conocía a Charlotte. Su memoria lo había dejado comenzando con ella. Intenté no hacer sonidos asquerosos de arcadas al teléfono, así que todo lo que dije fue—: Créeme, no te gusta Charlotte.

NamJoon, para su beneficio, se había comprometido a mí. En la única manera que realmente podía. Me llamaba o mensajeaba a diario. Me hacia preguntas y hacia me mejor esfuerzo para contestarle. Leía la libreta donde escribió las cosas que hizo, así que sabía muchas cosas sobre mí que el NamJoon pre-cirugía había sabido. Hizo comentarios sobre la imagen que dibujó de mí en la primera página, una de mi perfil, mi cabeza hacia atrás, y mis labios ligeramente abiertos. Me reí cuando hizo comentarios diciendo cuan caliente era. De vez en cuando, volaba a Texas para visitarlo, pero aun existía distancia emocional entre nosotros.

Para ser claros: no nos habíamos besado. Sabía que NamJoon lo quería. Pero parecía estar respetando lo que sea que me retenía. Y la única cosa que me retenía era su memoria. Me encontraba desesperada por que recordara. Esperaba ver esa mirada que me daba, la mirada con sentimiento. Lo quería mas que nada. Y aun sostenía una delgada hebra de esperanza de que recordara algún día.

Y eso es el porqué me hallaba sentada en el reclamo de equipaje después de ir por las llaves de la compañía de renta de autos. Mis ojos buscaron en la multitud por él. Su cabello creció de nuevo, aunque lo mantuvo más corto que la primera vez que nos conocimos.

Extrañaba el cabello largo. Extrañaba un montón de cosas. E hice mi maldito mejor esfuerzo por sacarlo de mi cabeza, para enfocarme en lo que era importante. NamJoon estaba vivo. Y estaba fuerte. Y me escuchó, cuando hice mi súplica emocional antes de dejarlo en Nueva Orleans.

Así que cuando lo vi emerger a través de las puertas dentro del reclamo de equipaje, mi corazón hizo una voltereta. Y caminé hacia el, mi corazón en mi garganta, mis ojos brillando.

—Parker —dijo, sosteniendo sus brazos fuera. Fui a sus brazos. Este era mi lugar favorito. Él se seguía sintiendo igual para mi, incluso si él no sentía lo mismo por mi—. No has sido abrazada lo suficiente. —Era algo que leyó en el diario, pero cada vez que lo decía, una nueva ola de lágrimas comenzaba.

Me alejé primero. —Tengo las llaves de tu Jeep. ¿Estás listo?

Inclinó su cabeza hacia el carrusel de equipaje. —Sólo necesito agarrar una maleta.

—Oh, por supuesto —dije, haciendo señas a lo largo. Cuando caminó lejos, extrañé al NamJoon idiota.

NamJoon escribió mucho sobre mí en el diario. Pero escribió sobre el Picketwire Canyonlands o nuestros tatuajes. No sabía por qué. Escribió sobre las Cuatro Esquinas, sobre conocer a Mira en Colorado, sobre cómo lo besé con sentimiento en Texas. Pero era como si faltara una parte entera del diario. Dejó las descripciones de las veces que tuvimos sexo, lo cual era vergonzoso para NamJoon decirme al respecto. Me sentí como una extraña leyendo sobre nuestros momentos más íntimos. Pero intenté duro. Intenté aceptar a NamJoon ahora. Intenté no llorar por el NamJoon que me recordaba. Pero dolía.

Diez Bajo Cero ➳ Kim NamJoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora