Capítulo 21

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Nos registramos en un hotel antes de la cena con los padres de NamJoon. Pensé que era un poco extraño ir a cenar con los dos, teniendo en cuenta que se divorciaron, sin embargo, para NamJoon parecía como si no fuera gran cosa. Pero me hizo curiosa el padre de NamJoon, sobre lo que Bridget dijo.

Me vestí con el traje de color rosa que tomé prestado/robado de Jasmine, el que usé la noche que conocí a NamJoon. Cuando salí del baño, NamJoon se encontraba sentado en la silla junto a la cama, frotándose la cabeza. Lo observé desde la puerta un minuto, preocupándome por él. La gama de emociones de NamJoon sacó de mí una variación entre las cosas buenas y las que duelen. El dolor preocupante. Nunca quise esto, esta atracción de la responsabilidad, para que otro ser humano sea feliz.

Levantó la cabeza y me miró, parpadeando. —No eres Sarah.

—No. —Una sonrisa dolía al extenderse en mis labios.

Se puso de pie y caminó hacia mí. —Eres hermosa, sabes. Te lo he dicho antes, pero te gusta sacudir tu cabeza. —Puso una mano en el lado de mi cuello—. Deja de mover la cabeza. Déjame darte un cumplido.

Su mano se sentía caliente alrededor de mi cuello y un segundo después, su otra mano fue a mi cintura. Mis ojos se abrieron cuando sus dedos frotaban allí, justo sobre el vendaje.

—Aquí es donde está tu tatuaje—dijo, con una sonrisa en sus labios.

Asentí. —¿Dónde está el tuyo?

—Ya lo verás más adelante.

Fruncí el ceño, un poco molesta. Su dedo llegó al espacio entre mis cejas y frotó. —No frunzas el ceño. Prefiero verte sonreír.

—Dijiste que me vería rara haciéndolo —le recordé.

—Eso no significa que todavía no quiero verlo. O sea la razón para ello. —Me dio un beso en los labios—. Vámonos.

***

Cuando llegamos al restaurante, los padres de NamJoon ya nos esperaban. Yo los miraba con interés antes de que la anfitriona nos llevara a ellos. Su padre tenía su brazo sobre el respaldo del asiento de su madre y la miraba como si ella fuera la única cosa en el mundo que podía enfocar. Tenía el cabello negro, como NamJoon, salpicado de blanco y negro. La mamá de NamJoon parecía suave y joven. Tenía el cabello rubio pálido, rizado suavemente alrededor de su cara. Sus ojos eran del mismo azul que sus hijos. Cuando vio a NamJoon, fue como si algo se despertó en ella. Su sonrisa llenó su cara y se levantó para abrazarlo. La vi abrazarlo con fuerza, como Bridget, antes de que volviera mi atención al padre de NamJoon.

Mientras la madre de NamJoon era cálida, el padre de NamJoon era frío a menos que estuviera mirando a su ex esposa. No envío dagas hacia mí, pero parecía muy impersonal, alcanzándome una mano con un poco de reticencia. Sus ojos recorrían mi cara sin una sonrisa. Fue la primera vez en mi vida que fui consciente de mi cicatriz.

La madre de NamJoon me abrazó después. El abrazo era raro. Una especie de consuelo raro. Mientras ella me abrazó, vi a NamJoon y su apretón de manos con su padre. Pareció extraño de nuevo. Pero recordé a NamJoon diciendo que su padre era distante.

Después de las presentaciones, me senté con NamJoon a mi izquierda, poniéndome directamente en frente de la madre de NamJoon, Patricia.

Patricia apoyó los codos sobre la mesa y puso la barbilla en la parte superior de sus manos mientras miraba a su hijo. No existía duda de su amor por él. Y por la forma en que él la abrazó, no existía duda del suyo para ella. Me dejó un poco sin aliento, ser parte de esto, presenciar tan de cerca una madre y un hijo que se amaban. El amor paternal era extraño para mí. Y ésta fue mi primera experiencia, siendo testigo tan de cerca.

Diez Bajo Cero ➳ Kim NamJoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora