Duele...

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Cuando compraron la Shonen regresaron de camino a casa, Kaoru se tuvo que separar de los dos, debía de pasar a la farmacia para ver unas cosas que iba a necesitar, al llegar saludo al chico que estaba atendiendo, pago lo que compro y salio de la farmacia, al salir vio a lo lejos a Kageyama, en su rostro se formo una sonrisa, metió la medicina a su mochila y corrió a donde estaba el menor.

-¡Kageyama!- Grito con energía moviendo su mano de un lado a otro, sonriendo ampliamente.

Por el contrario el oji-azul no le respondió, Kaoru lo miro y vio el como a lo lejos perseguía a un peli naranja, sonrió mientras le daba la espalda y caminaba en dirección a su casa, al ir en el camino sintió un dolor punzante en su mano, cerro los ojos con fuerza dejando salir unas pequeñas lagrimas -Se, se supone que ya no debería de doler...- Se sentó en la baqueta recargando su rostro sobre sus piernas, sintiendo el dolor punzante de su mano.

Como había dicho antes era para que ya no le doliera, solo seria para que sanara y listo, o acaso se había abierto la herida, no lo sabia con certeza, no podía mover bien su mano, pero aun así le dolía, abrió los ojos mirando sus tenis, aun con el dolor decidió respirar y calmarse un poco, quería olvidar el dolor, quería olvidar todo, aun con aquel dolor punzante se paro y camino a casa, cuando llego utilizo su mano izquierda para abrir la puerta y pasar a la estancia.

-Ya llegue- Decía como siempre, vio a Oikawa en el sofá, se quedo mirando lo por un momento y luego regreso a su cuarto, dejo su mochila, abriendo la sacando todo lo que tenia en su interior: Libros, lapicera, gasas, la shonen de la semana, una pomada para la inflamación, vitaminas en inyecciones y unas pastillas para dormir. Kaoru miro las pastillas, no quería tomarlas, simplemente no le gustaba, tomar unas pastillas para dormir podría hacerse adicto a ellas, el insomnio no lo dejaba dormir, ¿Por que otra vez tenia insomnio? se ejercitaba, comía adecuadamente, siempre se va a dormir a la misma hora, no lo sabia, pero su falta de sueño lo estaba matando, aunque aprovechaba ese insomnio para hacer tareas pero aquellas ojeras las ocultaba con maquillaje, dejando todo, cubrió el vendaje y se fue a bañar, sin antes el desmaquillarse.

El sentir las gotas de agua caer sobre su piel le gustaba la sensación, era algo relajante, después de haber pasado un infierno o si se le podía llamar, siempre estaba agotado, física mente no, si no mentalmente, eso era lo que lo agotaba, sus padres nunca llegaban a casa y cuando llegaban era en la noche, el ya no los veía ahora parecían extraños, ya ni creía o veía la necesidad de decirles padre o madre, ya no lo merecía, no el no merecía ser su hijo, son mejor tres y no cuatro, el solo llego a irrumpir una familia feliz.

Cuando termino de bañarse suspiro mientras se echaba el cabello para atrás, al salir de la ducha resbalo y termino cayendo de espaldas, Kaoru cerro los ojos y apretó los dientes -Ma...maldi- Soltaba en un susurro, no podía hablar, era demasiado el dolor, se quedo tirado en el suelo, desnudo y sintiendo el frio suelo, todo el cuerpo dolía -Jajaja...jjajajajajajaja- Coloco su mano en sus ojos y se empezó a reír, se sentó como pudo y estiro su mano para lograr alcanzar la toalla y enredarse la en la cintura -Aagg...que idiota soy- Echando su cabeza para atrás sus ojos empezaron a pesar, el se dejo llevar y termino cerrando sus ojos.

-Kaoru, ¿Por que tu?- El menor no entendía las palabras, todo estaba oscuro a su alrededor, camino poco a poco, en realidad no sabia a donde, ni siquiera sabia si se estaba moviendo -Hijo...- Volteo y no pudo observar nada, suspiro y cerro los ojos, a lo lejos escuchaba sollozos, como era posible, no los reconocía, miro a todos lados pero todo era oscuro, los sollozos se convirtieron en llanto, en un llanto incontrolable, der repente todo se aclaro, cerrando los ojos por el dolor de ver la luz de nuevo, miro alrededor y vio un bosque, la luna alumbraba el camino, pinos alrededor de el el pasto seco y unos arboles en el piso, como esto podría estar así, los llantos no paraban, giro bruscamente y miro a una mujer arrodillada, corrió hacia ella, al estar cerca de ella se agacho -Señora sucede al- Al intentar tocarla la traspaso, se echo para atrás confundido, como podía atravesar personas, había una explicación lógica no, el no lo creía, entonces como podía, el como podía hacer eso, el atravesar personas le parecía irreal, un grito de sufrimiento y dolor hizo que su corazón se acelerara y mirara a la mujer, con el cuerpo tembloroso se paro y camino para ver el porque estaba así, se sorprendió al ver que era una tumba, aquella mujer no la conocía, al intentar leer no pudo saber que nombre decía, escucho unos pasos atrás de el y vio a su hermano junto a Iwaizumi, los dos tenían un semblante serio, no sabia que estaba pasando.

Doomed - Ushijima (Hanahaki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora