Un amor de verdad #1

Capítulo: 13

Junto con Max empezamos a recorrer la biblioteca mientras me explicaba cómo estaban divididos los libros y dónde encontrar los de ciertos géneros. Nos habíamos detenido en la sección de romance donde había muy pocos libros.

—Pareciera que tu trabajas aquí, te sabes donde está todo —dije dejando el libro de Romeo y Julieta en su lugar y tomando otro al azar.

Orgullo y prejuicio , con lo que me encantaban los clásicos...

—Vengo casi siempre, así que me conozco el lugar de memoria y por suerte no trabajo aquí, si así fuera —se acercó a mi. —Nini me hubiera matado hace mucho —susurro señalando a la chica que estaba escribiendo algo. —Si eso hubiera pasado no nos hubiéramos conocido y no tengamos quién te ayude en matemáticas o quién te enseñara esta bella biblioteca.

Que bueno que eso no pasó.

—Además tengo que volver sola a casa de vez en cuando —le recordé, volviendo a guardar Orgullo y prejuicio .

—¿No hay nada que te guste? —pregunto levantando una ceja

—Es que no soy muy fan de los clásicos...

—Es lo único que ahí de romance, había más pero se los llevaron y nunca más lo regresaron.

Que lástima... Pero entonces recordé algo que Max me había dicho.

—¿No me dijiste que estaba Narnia ? —pregunté con ilusión hace un tiempo que quería los libros y no los conseguí.

Max me sonrió y se giró en dirección a Nini.

—Nini —la llamó pero ella pareció no escucharlo. —¡Nini! —grito y ahora sí había conseguido la atención de Nini no lo vio con muy buena cara.

—¿Qué quieres?

—¿Dónde guardaste los libros de Narnia ?

—Están en... —arrugó las cejas seguramente intentará recordar dónde estaban los libros. —En una caja en la sección de historia pero el primero no está se lo llevaron ayer —concluyó para volver a escribir.

Que lástima...

—¿Quién se lo llevó? —preguntó Max.

—Gladis, quiere que su hijo lea más o hacer que no tenga la cara pegada a la televisión todo el día—respondió sin despegar la vista de su cuaderno.

Max me vio rápidamente y se dirigió hasta el escritorio y yo lo seguí.

—¿No hay ningún libro de romance nuevo?

Que dulce, pregunta por un libro de tu agrado.

Nini soltó el lápiz con fuerza y ​​nos miró con odio a ambos.

—Fíjate en la caja —dijo entre dientes.

Max asintió y me tomó del brazo arrastrándome hasta donde estaban los libros de historia y geografía. En medio de esos libros había una caja mediana, Max la tomó y la dejó en una mesita que estaba frente a nosotros.

Al abrir la caja, vi varios libros que conocía y que ya había leído, también había algunos libros que ni siquiera había escuchado su nombre.

Junto con Max sacamos los libros y los pusimos sobre la mesa, había un total de diecisiete libros.

Ahora la gran pregunta.

¿Cuál me llama más la atención?

Preferiblemente suelo elegir libros por su portada cuando no he oído hablar de ellos.