Capítulo: 21

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Después de unos cuantos segundos ambos se separaron de su abrazo pero la niña no quiso soltarse de Max así que este la tuvo que tener todavía en sus brazos.

—¿Quién es? —preguntó la pequeña mirándome fijamente.

—Es Nati, Nati ella es Emma mi hermanita. —Max nos presentó la una a la otra.

No sabía que Max tuviera una hermanita pero ahora que la veía mejor si tenían un parecido, además de que compartían los mismos ojos azules.

—Hola. —la saludé con una sonrisa.

—¿Es tu novia? —esta vez su mirada fue directo para Max.

No me esperaba esa pregunta y por la cara que puso Max imagino que él tampoco.

—Es una amiga...

—Los amigos no se dan besos en la boca.

Punto para la niña.

—No fue en la boca, fue cerca entonces parece que se lo di en la boca pero no. —hablo muy rápido apenas le entendí.

—¿Por qué estás nervioso?

—No estoy nervioso.

—Si lo estás, cuando hablas rápido significa que estás nervioso.

Max le dio una mirada seria para que se callara.

—Solamente quiero saber una cosa. —Emma dirigió su mirada de nuevo hacía mi. —¿Te gusta mi hermano?

Un momento... Eso es muy diferente a ser novios.

—Tu hermano es muy... —mierda, no soy buena para mentir y menos bajo presión. —Simpático.

—¿Simpático? —preguntó Max algo ofendido.

—Si, muy simpático. —afirmé.

¿Qué más quería que le dijera delante de su hermana?

—Entonces ¿No es tu novio?

¿Por qué los niños siempre creen que por qué la gente se besa ya son novios? Creo que alguien tiene que explicarles que no siempre es así.

—No, no somos novios.

—¿No me estás mintiendo? —pregunto mirándome fijamente tenía unos ojos muy grandes y daban un poco de miedo cuando los abría más de lo debido.

—Emma déjala tranquila. —le pidió Max en un tono serio. —No es mi novia, ya te lo dije.

—¡Bien! —grito llena de alegría.

No pude evitar sonreír con diversión ante su acción.

—Emma...

—¿Qué? Zoe me dijo que cuando su hermana tuvo novio se olvidó por completo de ella, solamente jugaba con ella porque su mamá la obligaba. —explicó Emma. —Yo no quiero que te olvides de mí...

—Sabes no siempre tienes que escuchar a tus amiguitas.

—¿Emma?—la voz de Cata se escuchó a lo lejos.

—¡Cata! —grito Emma.

Me gire para encontrarme a mis primos caminando hacia nosotros, bueno Luis, Thomas y Martin caminaban, Cata corría.

Por lo tanto llegó rápidamente hasta nosotros y Emma decidió dejar los brazos de su hermano mayor para poder abrazar a Cata.

—¡Te extrañe Cata!

—Yo también Emma.

Ambas se separaron del abrazo.

—Tengo muchísimo que contarte. —dijo Emma llena de emoción mientras tomaba la mano de Cata.

Un amor de verdad #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora