336 Horas.

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Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es mía.

Advertencia: Rated M, lemmon explícito. Diferencia de edades muy marcada entre los personajes, si lees esto, no critiques.

El summary de ésta historia estuvo llamando la atención bastante cuando lo publiqué en Facebook, así que finalmente decidí ponerme en ello.

A leer.

Capítulo 1: 336 Horas.

Pienso en ello cuando te abrazo

Cuando te miro a los ojos, no lo puedo creer

Y no necesito saber la verdad

Guardala para ti

¿Te acaricia mejor que yo?

¿Te mira mientras duermes?

¿Le hiciste todas esas cosas que me hacías a mí?

Si estás jugando conmigo mantenlo en secreto

Porque mi corazón no lo soportaría

Baby, no quiero saber.

...

Niego con la cabeza cuando Alice termina de hablar.

-No -digo sin admitir otro comentario de su parte- No voy a hacer eso.

Al momento, el Mercedes negro se estaciona a solo unos metros de donde Alice y yo estamos sentadas. Me levanto y la beso en la mejilla.

-Sobrevive, cariño -me alienta- Vendrán tiempos mejores.

En mi camino hacia el asiento trasero del auto, quiero creer que eso sucederá. Saludo a Hex dándole las buenas tardes, pero como siempre, no recibo respuesta. Tiene terminantemente prohibido dirigirme la más mínima palabra.

A cinco manzanas de casa, mi celular vibra. Es un mensaje de Rose.

"Hoy hay fiesta en la Villa ¿vienes? Mira que Black estará aquí ;)"

"¿A qué hora?"

"A las 10. Será F-A-N-T-Á-S-T-I-C-O"

Deseando poder responderle una cosa diferente, le confirmo que ahí estaré. Recuesto la cabeza en el respaldo y me balanceo de lado a lado en un intento por evadir la terrible mezcla de cansancio y tristeza que he estado sintiendo durante los últimos meses.

Al llegar a casa me voy directo a la habitación y me cambio el uniforme por unos pantalones cortos y una blusa vaporosa, estamos a casi treinta grados aquí. Me tiendo de cabeza en el sillón con los audífonos puestos y una revista de la semana pasada frente a mis ojos. Leo artículo por artículo, e incluso leo los pies de página en el que se menciona el nombre de quien tomó la foto o la marca de la falda que la modelo está usando.

Con todo y esto, no logro que mi banal lectura dure lo suficiente y termino con mi actividad mucho antes de que el sol comience a ponerse. Dot, la sirvienta, me llama a comer.

Pasta, carne y tarta de cereza. Todo un banquete calórico que no me llama la atención comer por el simple hecho de que, desde hace mucho tiempo, la silla al otro extremo de la mesa está vacía, recordándome que a excepción de Dot y Hex, yo soy la única que vive en esta casa... porque a final de cuentas los fines de semana Dot visita a su familia, al igual que Hex.

Todo el mundo tiene una vida, nadie está solo.

Empiezo a arreglarme para la fiesta cuando dan las ocho. Me doy un baño de burbujas con todo y aceites relajantes, me hago toda la rutina de belleza y escojo mi outfit con especial cuidado. Me moldeo el pelo con el secador y anudo unas trenzas en mi cabeza, atorándolas con horquillas. Empujo los zapatos de tacón de siete centímetros en mis pies y me aliso el vestido blanco que estoy usando.

You Can Be The BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora