Oblivion

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Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es mía.
Perdón por la tardanza, pero he tenido semanas de locos en la escuela.

Gracias a todas por sus comentarios y las alerts; por unirse al grupo y por estar al pendiente de mis historias.

Canción del capítulo: It's All Coming Back To Me Now - Celine Dion.

A leer.

Capítulo 11: Oblivion.

Había noches cuando el viento era tan frío
Que mi cuerpo se helaba en la cama
Si solo lo hubiera oído
Afuera de la ventana

Yo dejé de llorar en el momento que tu te fuiste
Y no puedo recordar dónde o cuándo o cómo
Y desterré cada recuerdo mío o tuyo que alguna vez tuvimos

Pero cuando me tocas así
Y me tienes así
Solo tengo que admitir
Que todo está volviendo a mí
Cuando te toco así
Y te tengo así
Es difícil creer pero
Todo está volviendo a mí

Si me besas así
Y si susurras así
Estuvo perdido desde hace mucho tiempo
Pero todo está volviéndome
Si me quieres así
Y si me necesitas así
Estuvo muerto desde hace mucho tiempo
Pero todo está volviéndome
Es difícil resistir
Y todo está volviéndome
Yo apenas puedo recordar
Pero todo está volviéndome ahora
Pero todo está volviendo.

Flashback.

Siete meses antes...

En la nebula de mí sueño, una voz gruesa se cuela por entre los agujeros de mi dormitar.

-Aura, nena..., mi vida.

Un toque suave y pululante me hace cosquillas. Me remuevo y me volteo hacia el otro lado.

Besos en mi muñeca que ascienden hasta la cara interna de mi codo.

«Nena, despierta».

Y a pesar que me muero del sueño, no puedo resistir un segundo más la muy imperiosa necesidad de verle.

Abro los ojos poco a poco.

«Sht. Está bien, aura. He corrido las cortinas para que el sol no lastime tus preciosos ojos»

Edward está sentado a mi lado, y tiene un brazo pasado por mi cintura.

-Buenos dias -saludo y acaricio su barbilla recién afeitada- Amo que siempre me despiertes de ésta manera -bostezo.

-Oh, mi vida -se lamenta- Estás muerta de sueño.

-Pero es por una razón que vale la pena -le recuerdo.

Él me guiña el ojo- Hacerte el amor hasta la obsesión siempre valdrá la pena, mi aura.

Me envuelvo en las sábanas y me pongo de pie, sólo para un segundo más tarde montarme a horcajadas sobre él, que sólo lleva boxers blancos.

-No quiero ir, baby -me recargo en su pecho.

-Sé una niña buena. Yo también debo ir a trabajar.

-Hum.

Retozo contra él y bostezo un par de veces más. Él se levanta conmigo en brazos.

-Hora de bañarse, aura.

Un escalofrío me eriza la piel cuando Edward me despoja de las sábanas.

You Can Be The BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora