La Crueldad Del Alma Pt. I

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Los persoajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es mía.

Una disculpa por la tardanza, ustedes saben... La falta de inspiración es mi peor enemigo.

Gracias por leerme y gracias por esperar. Sus palabras de aliento y apoyo son la parte más hermosa de mi día.

A leer.

Capítulo 17: La Crueldad Del Alma Pt. I

Bella's POV.

Ni siquiera me he cambiado el pijama para bajar al restaurante del hotel, estoy pálida y tengo un moño supremamente desaliñado en el tope de mi cabeza.

-Cómo lo siento, cariño -Rose me da una palmadita más, mientras que yo solo me mantengo hundida en mi silla, con las gafas oscuras puestas.

-Voy a explotar -me quejo-. Esto no es como planeaba sentirme hoy... Juro que no volveré a llamarte cuando esté en problemas.

-Bella, que te hayas puesto borracha no ha sido mi culpa. ¿Quién fue la que apenas llegó a La Perla* se puso a beber como loca?

Me sostengo la cabeza, intentando que mis pares craneales se mantengan unidos, y le doy un asentimiento.

-Agradecería que intentaras prohibirme cosas de vez en cuando, rubia.

-Siento no ser Alice, de verdad -envuelve los labios alrededor de la pajilla de su jugo y levanta el brazo para llamar al mesero.

«Quiero croissant a las finas hierbas con queso, un capuccino y fruta fresca» pide «¿Y tú?»

-Solo fruta... y otro jugo de estos... por favor.

El mesero se retira y yo me quedo de nuevo con el rostro fresco como la primavera de Rose.

«Ugh... ¿Por qué todo el mundo tiene que hacer tanto ruido?» clamo, apretando los párpados. Los ruidos de cubiertos y platos chocando entre sí junto con las voces vivas de una mañana hermosa de verano me resultan casi insoportables. Todo retumba y duele... Quiero vomitar otra vez.

Rosalie da golpecitos de tambor en la mesa.

-Pensemos en otra cosa. ¿Por qué no me cuentas qué tal tu paseo de ayer? -interroga.

Levanto los hombros -Nada que merezca ser contado, supongo -decido obviar el suceso con la fotografía y el comentario-. Fui a la iglesia. Me sirvió de mucho rezar.

-¿Es en serio? ¿Estás en un colegio católico rezando todos los días y aun así no lo aborreces?

-A mí me da mucha paz. Lo necesitaba.

-Bien... ¿y qué descubriste?

-Descubrí que debo de dejar de sentir lástima por mí misma. Quiero decir ¿qué caso tiene ser miserable todo el tiempo? Culpo a todo el mundo siempre. No he tenido la mejor vida; mis padres me abandonaron y el hombre al que amo me dijo que solo me quería a su lado para tener sexo, pero debo superarlo. Debo aprender a vivir con esta situación, y confío en que, un buen día, dejaré de amar a Edward para siempre.

OoO

Edward's POV.

-¿Qué está haciendo? -pregunto, y estoy seguro que si mis enemigos profesionales me vieran ahora, se burlarían de mí; EDWARD CULLEN, EL EMPRESARIO DE ORO ¡PERSIGUIENDO A UNA NIÑA!

Victoria estira el cuello hacia arriba y observa por encima de mi cabeza.

-No mucho -frunce el ceño-. Luce enferma... Se ve muy mal. Espera... ¿está tomando jugo de tomate?

You Can Be The BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora