Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es mía.
Capítulo dedicado a Annie Tejeida, que se comprometió hace pocos días y hoy está de cumpleaños!!! Felicidades nena!!!
Canción del capítulo: I Wanna Be Yours - Arctic Monkeys (Alex My baby <3).
A leer.
Capítulo 10: Versus parte II.
Quiero ser tu aspiradora, respirando en tu polvo.
Si te gusta tu café caliente, déjame ser tu cafetera.
Tú llamas a los disparos, nena. Yo solo quiero ser tuyo.
Los secretos que he mantenido en mi corazón son más difíciles de esconder de lo que pensaba.
Tal vez yo solo quiero ser tuyo.
Déjame ser tu fijador, para sostener tu pelo en profunda devoción.
Al menos en una tan profunda como el Océano Pacífico.
Yo sólo quiero ser tuyo.
-Sólo te estoy pidiendo que bailes conmigo, Isabella.
La bolsa negra de basura de me cae al piso por el momentáneo asombro por el que soy impactada. Cuando la recupero, continúo mi faena.
«¿Estás de nuevo pasando de mí?» su voz suena más cerca que antes y me reprimo de voltear a verlo.
-Me parece divertido que pienses que yo podría bailar contigo como..., como en los viejos tiempos -muevo la cabeza- Después de todo lo que has hecho...
Tengo una botella de Coca-Cola en las manos cuando siento las suyas en mi cintura.
-Llámame ingenuo, pero pensé que, ya que vas a irte, podríamos tener una tregua.
Le empujo con el codo y me paso al otro lado de la mesa.Suprimo las lágrimas que se agolpan en la parte trasera de mi garganta y me provocan un dolor punzante. Decido que será mejor seguir con el trabajo de limpieza más tarde, dejo la bolsa en el suelo debajo de la mesa y me preparo para irme.
«¿Te vas?»
Me limpio las manos en el short, me sorbo la nariz y salgo del salón.
.
.
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Intento contactar a Jacob durante el resto de la noche y durante toda la mañana en el colegio, pero éste no responde; Alice tampoco está hablándome hoy.
Durante el recreo, Rosalie plantea que la única opción es ir por la noche al partido en Thornwood.
Elevó una oración al cielo cuando, al llegar a casa después de la escuela, Dot me abre la puerta.
La abrazo por el cuello y un par de lágrimas de felicidad y alivio de mi parte mojan el hombro de su uniforme.
-Hola, mi niña. ¿Pero qué te pasa?
-Oh, Dot. No es que sea egoísta, pero por favor no vuelvas a dejarme por tanto tiempo. Fue como morir en vida.
Tomadas de la mano, Dorotha me sienta en una silla frente a la mesa de la cocina y pone frente a mí una taza de chocolate caliente y galletas de avena y frutos rojos.
-¿Qué sucedió en mi ausencia?
-Estalló la tercera guerra -murmuro contra la cerámica del recipiente.
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You Can Be The Boss
Fiksi PenggemarBella tiene 16 años y posee, indudablemente, todo lo que una chica de su edad podría desear. ¿El problema? Está casada con el exitoso empresario de 35 años, Edward Cullen, quien cada día es más cruel.