Capitulo 6: Darme de lo que ella no puede.
|Harry|
—¿Por qué estás durmiendo mal, Harry?— me preguntó mi padre, el cual se llevó la servilleta a su boca y dio pequeños toquecitos encima de ésta.— Ya van tres días que no te siento llegar en las noches.— su tono fue reprochador y me hizo removerme en mi asiento incómodo.
Mi mente me llevó a aquellas dos noches que he faltado a casa, recordando a Beatriz durmiendo encima de mi pecho y sintiendo lo suave de su piel. Claramente no podía darle esos detalles a mi padre, me mataría en ese mismo instante si supiera que estoy iniciando un pequeño romance con otra mujer que no es la princesa, así que prefiero mil veces omitirle la situación antes de que las cosas empeoren.
—Yo lo he visto llegar, padre.— Francis se adelantó a mis palabras, lo vi escarbar con el tenedor su comida, se veía un poco decaído.
Francis me lanzó una mirada cómplice y yo le entregué una pequeña sonrisa de agradecimiento.
—Entonces por alguna razón estás con esas ojeras en el rostro.— alzó una ceja el rey en dirección hacia mi.
—Simplemente me ha costado conciliar el sueño, no tengo alguna otra razón.— respondí obvio encogiéndome de hombros.
El silencio nos envolvió otra vez, como siempre pasaba entre nosotros. Nunca teníamos mucho de que hablar y si lo hacíamos, era para preguntarnos sobre nuestro avance sentimental con Kate. Patrick ha estado ensimismado con todo este asunto y ya me tiene la cabeza a punto de explotar a pesar de que solo han pasado cuatro días; podía entender su afán de querer que uno de sus hijos lidere Inglaterra y además de tener ese poder de escribir en la historia de Bélgica la conexión con otro país, que con el reino en sus manos pudo lograr.
Extrañaba a mi madre, necesitaba hablar con ella al menos un minuto si quiera, anhelaba que estos seis meses pasaran un poco más rápido solo para volver a verla y abrazarla. Ha pasado muy poco tiempo desde que la vi por última vez pero se que probablemente ella sienta demasiada tristeza por tener a su única familia fuera del país, sobre todo a nosotros sus hijos, no me gustaba pensar en lo sola que se sentía.
La cena terminó y nuestros sirvientes retiraron los platos. Eran las ocho de la noche y ya le había avisado con anticipación a Beatriz que esta noche no podríamos quedarnos juntos, porque sabía que si lo hacíamos volvería a tener estas ojeras mañana y no quería aparecer en el dichoso baile con ellas, así que descansar por hoy era una gran opción.
Me despedí de mi padre y subí las escaleras con rapidez, sintiendo las escaladas de Francis a mi espalda. Tomé el pomo de la puerta de mi habitación y la abrí, dejándome presenciar el tibio ambiente de ella. No alcancé siquiera a dar un paso cuando sentí unas manos en mi espalda logrando empujarme hacia dentro.
Di media vuelta encontrándome a mi hermano cerrando la puerta tras de él y mirándome interrogativo ¿Y a este qué le pasaba?
—¿No tienes algo para decirme?— preguntó. Yo alcé las cejas y lo miré por unos segundos.
—Uhm... ¿Gracias por ayudarme a que mi padre no se enterara que no he llegado a casa?— le respondí dubitativo, rodeando mi cama y recostándome en ella. Entrelacé mis manos por sobre mi pecho, tomando respiraciones profundas.
—Harry.— llamó cuando se dio cuenta que estaba cerrando mis ojos—¿Me podrías decir quién es la chica con la que te ves?— soltó en un susurro exagerado.
Mis párpados se abrieron con pánico al escucharlo decir eso. Me reacomodé en la cama sentándome en ella y mirándolo con los ojos abiertos de par en par.
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Baskerville |h.s|
FanficCuando lo vi por primera vez, no hubiese imaginado todo lo que iba a provocar. Esos ojos esmeralda podrían enamorarme solo con una mirada, esa sonrisa que podría derretir hasta al iceberg más sólido en solo un par de segundos, esa voz que penetraba...