Capitulo 7.

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Capitulo 7: desastrosa compañía.

|Kate|

Mi corazón revoloteó dentro de mi pecho en el momento en que Francis me dijo que había soñado conmigo cuando estábamos teniendo nuestro baile. Por un momento me imaginé las miles de posibilidades de poder tener un sueño con él esta noche y así poder conectarnos mentalmente. Por mi cabeza pasaron miles de situaciones, como besarlo, por ejemplo, pero eso no podía ser. Primero, porque está en contra de las reglas que impuso mi madre, nadie puede tener contacto más allá de lo estipulado conmigo: solo agarradas de mano cortamente, besos en la frente, caricias en el pelo. Besos no.

Y segundo, no se besar. Nunca lo he hecho y muero por la primera vez que lo haga, pero aún quedan meses para ese momento.

Habían pasado tres días del baile, me encontraba pensando en mi cama lo maravilloso que había sido ese día, comenzando por el baile con Harry que para mi sorpresa, fue magnífico. Luego Charles, quien osó de observarme todo el tiempo en silencio y con una sonrisa encantadora en su rostro; quería bailar una segunda melodía pero me negué, ya que también debía darle la oportunidad a los demás. Con Michael fue todo muy tranquilo, la canción era lenta así que tuvimos tiempo de hablar un poco más, él realmente es una persona muy sentimental y lleno de cursilerías que le salen naturalmente, eso era lo que más me encantaba.

Pier fue una decepción, sus pies eran descoordinados y me pisaban a cada momento, siempre se disculpaba por su torpeza con la excusa de que estaba nervioso y se le notaba. Me daba un poco de lástima.Las palabras de mi madre resonaban en mi cabeza todo el tiempo cuando lo veía o lo tenía cerca, sabía que se estaba esforzando pero aún así le estaba saliendo todo mal.

Y finalmente Francis. Quien tiene los mismos dotes artísticos con su hermano en el baile, son muy buenos en ello. La única diferencia es los nervios que llegué a sentir con él me hicieron sentir un poco más incómoda que con su hermano. Con Harry fue mucho más tranquilo.

El sueño estaba consumiéndome de a poco por lo que cerré los ojos dibujando una sonrisa en mi cara, pensando en qué podría pasar mañana con los cuatro hombres que se quieren llevar mi mano, y también, imaginándome un futuro no muy lejano con cada uno de ellos. Aunque sea uno el que resalte más en mis pensamientos... o dos.

(...)

—O dono daqueles olhos o cativou desde o primeiro momento...—murmuré, sintiendo como en mi garganta se formaba un nudo que me dificultaba tragar. Di vuelta la hoja para encontrarme con una gran escritura "O fim", que significaba que el libro había acabado.

Comencé a leer los agradecimientos de inmediato. Estaba sentada en la banca del parque junto a un foco de luz que me permitía una mejor lectura, eran casi las ocho de la noche y el condado ya estaba llegando a la hora de dormir, el silencio ya era notorio y la oscuridad del cielo estaba a punto de llegar en su totalidad.

Pasé toda la tarde con Michael. Fue una grata compañía para mi, me comentó más acerca de su vida en Dinamarca y de su familia , me había sentido muy cómoda con su compañía y para nada nerviosa como los primeros días. Aunque odio que mi cuerpo reaccione tan rápido a los pretendientes, deja más que evidente a los dos hombres que realmente me hacen llegar a las nubes solo con la mirada y sus palabras.

Sentí una presencia masculina sentarse a mi costado y no tuve necesidad de girar a mirar para darme cuenta que era Harry.

—¿Qué estás leyendo?— preguntó apoyando su brazo contra el mío e inclinándose hacia mi libro abierto.

—Un libro.— le respondí esquiva, siguiendo con mi lectura.

—Vaya, que graciosa amaneciste hoy.— respondió divertido pero de una manera sarcástica.

Baskerville |h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora