Capitulo 9.

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Capitulo 9:  No es normal.

|Harry|

Bese el cuello de Beatriz como nunca antes, las ganas que tenía de poder tener a esta mujer entre mis brazos eran increíbles. Su cuerpo se movía bajo el mío en un vaivén de caderas, donde nuestros genitales se rozaban descaradamente por sobre la tela que nos interrumpía.

Traté de focalizarme solo entre ella y yo. Quería despejar mi mente de algunas posibles complicaciones que estaban atormentándome ya hace un par de horas, solo necesitaba tener un tiempo de relajación y qué mejor que compartirlo con Beatriz, que cada día me volvía más loco. 

Bajé mis manos hacia el borde de su calzón, decidido a exponer su intimidad. Pero hubo algo que me desvió de mis propósitos, mejor dicho, alguien. 

Observé el revuelo de un vestido por detrás de la mesa de noche que fue atrapado de inmediato por unos delgados y pequeños brazos, intentando así pasarlo desapercibido. Mi corazón, ahora, en vez de sentirse cómodo por la cercanía que estaba teniendo con mi mujer, se alborotó en una mezcla de inquietud, temor, nervios, culpa. 

Disimuladamente, estiré mi cabeza hacia atrás para observar mejor a la persona que se encontraba irrumpiendo mi intimidad y me sorprendí al ver a Kate cabeza agacha y con las palmas de sus manos tapando su rostro. 

¿Qué estaba haciendo aquí? Se supone que ella no debería estar por estos lados de Windsor donde es sumamente peligroso, sobre todo sola.

Igualmente, una sensación de alivio recorrió mi cuerpo, solo era Kate, si hubiese sido alguien más habría cavado mi propia tumba. 

—¿Harry?— la voz de Beatriz me sacó de mi trance, haciéndome pegar un pequeño salto del susto. Mis manos seguían en los bordes de su calzón pero estaban completamente quietas. Beatriz se apoyó sobre sus codos por encima de la cama y me dio una mirada interrogativa— ¿Pasó algo?— preguntó. Vi sus intenciones de inclinarse a mirar en la misma dirección que yo, pero me paré de inmediato de la cama, quitando mis manos de su cuerpo.— Harry, me estás asustando.— manifestó ella.

Mierda, ¿por qué me estaba pasando esto a mi?

—Uhmm... No me estoy sintiendo muy bien, la verdad.— musité con vergüenza, teniéndole mi mano para ayudarla a levantarse. Me puse a un costado de la cama en dirección a al puerta, para que así la rubia le diera la espalda a la mesita de noche y no se percatara de la presencia de la princesa que estoy seguro que si eso pasa, no querría venir conmigo nunca más. 

—¿A qué te refieres con que no te sientes muy bien?— ella recibió mi mano insegura y alzó una ceja, dándome una expresión indignada.— No mientas, tú querías venir aquí. ¿Por qué ese cambio tan repentino? 

—Creo que debe ser por la golpiza de ayer, me comenzó a doler la cabeza así... de la nada.— me acaricié la cabeza y miré hacia el piso, no queriendo mirarla a los ojos para no arrepentirme de esto. 

—Oh ¿Estás bien?— ahora su voz de molestia cambió a una de total preocupación, también tocó el mismo sector donde yo me acariciaba por debajo de mis rizos.— Uhm, ¿Prefieres dormir, mejor? Así descansas mientras yo te hago compañía.— ofreció ella entregándome una pequeña sonrisa.

Si, si, me encantaría. 

—No, mejor dejémoslo para...— hice una pausa, llenando de aire mis pulmones— para otro día.— intenté sonreír, pero sabía que solo pude entregar una mueca de incomodidad. 

Miré por detrás de la rubia solo para cerciorarme si Kate seguía "bien escondida", y claramente si, porque no parecía como si estuviese allí.

Beatriz frunció el entrecejo al verme observar tras ella, por lo que intentó voltearse la cabeza también, pero la detuve, poniendo una mano en su mejilla y devolviendo su mirada hacia mis ojos. 

Baskerville |h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora