Capitulo 8.

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Capitulo 8: ¿Qué es esto que siento?

|Kate|

Cuando acepté salir con Harry, nunca me imaginé que podría terminar de esta manera. Si no hubiese sido porque lo llamé "idiota" probablemente nada de esto hubiese pasado y no le tendría que ver el rostro magullado ahora mismo, no tendría que estar pensando en qué podría decirle a mis padres si lo ven de esa manera, o si se llegasen a enterar que no estoy en la habitación del castillo.

Pero también acepté porque quería saber con qué podría sorprenderme, sin embargo, con esto ya me aseguré que no le gusto y para serles sincera, después de lo de hoy, ya no me quita tanto el sueño. Verlo en una faceta tan agresiva me hizo plantearme que en mi futuro no quiero a alguien así, quiero un futuro tranquilo, acogedor y lleno de amor, no lleno de problemas y peleas.

Para mi suerte, tengo cuatro opciones más, por lo que me centraré solo en ellas desde hoy en adelante. ¿Harry? Harry seguirá con su propuesta y yo con mi promesa.

No sabía la hora con exactitud, solo sabía que ya era muy tarde y que quizás los guardias ya dieron aviso de mi salida. Harry estaba siendo atendido por la rubia desconocida, proporcionándole algodón en cada una de sus heridas en la cara, mientras que él se quejaba de vez en cuando pero se notaba que trataba de no hacerlo tanto. Él estaba sentado en una silla de madera y ella estaba parada a su costado.

Milton estaba sentado a mi costado en una posición acongojada, encogido en su propio sitio y dándome fugaces miradas de reojo para ver cómo me encontraba. Él se veía un buen chico, pero aun no puedo entender cómo pudo haberle pedido a Harry conocerme en un lugar tan banal como ese.

—¿Es primera vez que peleas?— le preguntó la rubia a Harry mientras aplicaba un poco de alcohol en el nuevo algodón que tenía en sus manos.

—En Inglaterra.— soltó Harry con diversión.

Uní las cejas ¿Qué quería decir con eso?

—No me sorprende.— respondió ella con una sonrisa. Puso el algodón empapado en la ceja del rizado, donde se encontraba un pequeño tajo que había sido provocado por la jarra de vidrio que se le estrelló en la cabeza. Supongo.— Fue por un motivo válido, no puedo juzgarte. Pero de igual manera no quiero seguir curándote por el resto de tu estadía aquí.

—No se va a volver a repetir, enserio.— le dijo él mirándola con una pequeña sonrisa.—¡Lo que más lamento es que no hayas visto el primer golpe que le di, estuvo muy bueno, casi me rompo los huesos de las manos!— rió, extendiendo sus palmas frente a sus ojos y analizando sus manos.— ¡¿Milton, Tu lo viste?!— exclamó con cierta emoción mirando al chico de mi costado y recibiendo un quejido de reprimenda de parte de la desconocida indicándole que se quede quieto.

¿Qué, acaso ganó una premio? ¿Por qué se le ve tan emocionado por golpear a una persona?

—¡Oh, si!— exclamó Milton dejando atrás el nerviosismo que tenía hace unos segundos.— Dios, vas a tener que enseñarme a pelear así, después todos me tendrán miedo y nadie se burlará ni de mi, ni de mi madre.— alzó sus puños en forma de pelea callejera.

—Claro que si, amigo.— Harry le guiñó el ojo.

—Harry, quédate quieto.— la chica chasqueó la lengua fastidiada, el rizado se disculpó de inmediato.— ¿Para qué quieres pelear, Milton? No va para nada con tu forma de ser, no seas un bruto como él.— dijo refiriéndose al rizado.

Concuerdo totalmente.

—Pues si, pero por ser cómo soy es porque me tratan así.— su voz decayó, ladeé los labios mirándolo con lástima.

Baskerville |h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora