CAPÍTULO 18: UNA PROMESA.

4.9K 429 44
                                    

-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-

Mis cuerpo se congelo en la puerta del cuarto donde se encontraba charlie jugando, esperaba encontrarlo solo como lo había dejado, pero no fue así, se encontraba en compañía de su padre. Intente contener la sonrisa que quería formarse en mis labios al verlos interactuar, pero no puede hacerlo, se me hizo imposible.

—Nea, ven!—Me llamo el pequeño haciendo que su padre se percate de mi presencia en el cuarto. Él me quedo mirando al igual que charlie, esperando que reaccionara.

Mi corazón latió en ese momento de forma inesperada. Pude mirarlo por un instante, pero me era imposible manterle la mirada a thomas shelby.

—Te preparare el desayuno, pequeño. Luego podemos jugar.—Musite regalándole una sonrisa al niño que no dejaba de mirarme en espera de una respuesta.

Estaba por atravesar el pasillo, Pero mi caminar se freno cuando sentí la mano de tommy agarrar mi mano, frenandome. Cerré los ojos sin darme la vuelta, soltando un suspiro pesado.

—Se que no tienes ganas de hablar conmigo, lo entiendo.. Pero, ¿Puedes al menos hacer el intento de escucharme?—Pidió aferrando su mano con más firmeza alrededor de mi muñeca.

—Es que no hay nada que tengamos que hablar, thomas.— Me gire.— Cuando todo esto termine, yo volveré a casa, a mi trabajo como diseñadora y se acabo, ¿Entiendes?

Su mirada se clavo en la mía; sus ojos azules en ese momento cambiaron su tono frío a uno más cálido, su expresión sería ahora era una más serena, apretó mi mano entre la suya, como si quisiera decirme algo con sus movimientos o con su mirada, pero simplemente se quedo en silencio sin decirme nada.

—Lo siento, thomas.—Susurré soltandome de su agarre lentamente para poder irme, pero una vez más freno mi caminar, aunque esta vez fue con su voz.

—¿Michael tiene algo que ver?

Mi cuerpo se tenso bajo sus palabras. Sin dudas thomas shelby no sabía mantener su boca cerrada.

—Michael es un niño, thomas. Es menor que yo, fui su niñera ¿Como va a tener algo que ver? —Me gire para poder verlo.—Estas diciendo cosas sin sentido.

—¿Y entonces?

—Vas a ser padre, tommy.— Conteste en un tono más suave.— Y tienes planes de acostarte con la chica de las revoluciones para poder controlar la situación o una mierda así, y yo no tengo mente para todo esto.

Antes que pudiera contestarme algo, alguien entro a la casa buscándolo, como pasaba todo el tiempo.

—Luego vamos a hablar.

Me miro fijamente pasando por mi lado yéndose de la casa, dejándome nuevamente sola con charlie.

.

.

.

.

Charlie, se sentó en el sofá ganandose mi atención haciéndome que deje el libro de cuentos que tenía en mis manos, el cual él mismo había elegido para que se lo leyera para pasar el rato.

—Nea, ¿puedo preguntar algo?— Murmuro con su tierna voz, derritiendome de amor con solo el hecho de hablar.

—Dime, cariño.

—¿Extrañas a tu mami? Yo extraño a la mía.

Sus palabras se clavaron en mi pecho como si de dagas se tratase. Me tomo completamente por sorpresa, era algo que no esperaba en lo absoluto; asentí levemente pensando en las palabras correctas para poder contestarle a él, porque al final solo era un niño lleno de inocencia.

—Si, yo también extraño a mi mamá.. Pero, ellas siempre van a estar con nosotros y nos van a acompañar en todo.— Murmure acariciando el suave cabello del pequeño que se encontraba sentado en mis piernas.

—Si, lo se.— Se apoyo en mi pecho.— Pero me gustaría poder ver a mi mami, no me gusta verla solo en fotos..— Susurro.— ¿Tú tienes fotos de tu mami?—Pregunto.

—Si, tengo varias.. Cuando volvamos a casa, te mostrare algunas.. Ella era realmente hermosa.

Aveces desearía haber podido protegerla mejor de todo el mundo, pero para ese momento yo solo era una niña y no fui capaz de hacer lo suficiente por ella, en verdad eso me lo iba a recriminar siempre.

Y en estos momentos de mi vida, daría todo por poder abrazarla una vez más y pedirle un consejo de esos que solo puede darte tu madre mientras te abraza.

—Nea, ¿Prometes no irte? No quiero verte solo en fotos, ¿Si? Por favor, prometo portarme bien.—Murmuro apoyando sus manitas en mis mejillas.

—Lo prometo, siempre voy a estar ahí para ti.

Él me abrazo, haciéndome sentir un poquito mejor.

Hice un promesa, una promesa que no podía romper por nada en el mundo.





























✨-

Gracias por leer💜

Gracias por leer💜

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
DANGEROUS BLINDERS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora