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NARRADOR ||
Wow.
Su visita a milan, la había dejado tan enamorada de esa ciudad. El desfile había sido un completo éxito y todos estaban encantados con ella, con su gran talento con la costura, todos querían un poco más de ella pero su alma le pertenecía a las calles poco glamurosas de small heath.
No se había detenido a pensar en las propuestas laborales que no dejaban de llegarle después del gran desfile que dirigió en milan, pero su madre estaba demasiado emocionada por todos los cambios que se acercaban.
-No dejan de mandar cartas con propuestas increíbles!-Exclamo su madre con una emoción genuina, su hija tenía la oportunidad de cumplir su sueño de triunfar en el mundo.
-Si.. Lo he notado.-Comento mientras bebía una taza de té. Observo a su madre abrir varias cartas y leer las propuestas con un brillo especial en los ojos.
-¿Tienes pensado aceptar alguna?
Ella negó ligeramente volviendo a retomar su lectura, sin darse cuenta del disgusto en la mirada de su madre y por supuesto, la desaprobación a su decisión.
-¿De qué hablas athenea? Es la oportunidad de tu vida, si dejas que el tren pase.. Te arrepentirás.-Le advirtió con seriedad.
-¿Por qué tan segura de eso? Tal vez, no me arrepienta y sea feliz aquí.
Su madre negó.-Nunca podrás ser feliz con thomas shelby cerca tuyo, cariño. Es hora de que abras los ojos y veles por ti, sin importar lo que suceda con el resto.
-Quisiera seguir con mi lectura.
-¡Ya basta athenea!-Elevo su voz, tomandola por sorpresa.-Deja de actuar como una niña caprichosa, ese hombre jamas te ha amado y jamas lo va a hacer, porque dudo que si quiera, se quiera a él mismo. No te pierdas mi niña, vales mucho como para dejar que eso suceda.. No repitas mi historia.
-Pero charles..
-Deja de poner al niño en el medio. Lo amas, lo entiendo.. Pero él tiene su familia y esa no eres tú, la vida los volverá a unir si su cariño era de verdad, pero ahora la vida te esta llevando hacia otro lado y no deberías perder la oportunidad.
-¿Estaras conmigo sin importar lo que suceda?-Murmuro como si fuera una niña pequeña que se encontraba aterrada del mundo exterior. Salir de su zona de confort, no era algo sencillo de hacer en ese momento.
-Por supuesto. El mundo es cruel, pero siempre tendrás a mamá junto a ti para recordarte lo maravillosa que eres y que sos capaz de todo.-Le aseguro.
-¿Sin importar el que dirán?
-Claro.
Aseguro nuevamente. Estaban en una época muy complicada para las mujeres, eran juzgadas por la mínima cosa que llegaran a hacer y que estuviera fuera de las normas "permitidas" para la epoca.
-¿No vas a enojarte, ni dejarme sola?
-¿A dónde quieres llegar?
-Mm.. -Un largo suspiro abandono su cuerpo en busca de la fuerza suficiente para hablar.-Estoy embarazada.-Confeso con la voz temblorosa a causa de los nervios que sentía, no solo eso, sino el miedo de lo que pudiera decirle la mujer más importante de su vida. Su madre.
-¿Vas a tenerlo?-Le pregunto manteniéndo un semblante serio ante la repentina confesión. Por dentro estaba feliz, adoraba a los niños, pero era mucho más importante para ella saber la decisión de su hija.
-Si, eso creo..-Divagó por un momento. No estaba segura, pero desde el instante en el que supo que estaba esperando un niño, no dudo un segundo en que iba a tenerlo.
-Bien, eso es asombroso, cariño.-Le sonrió con dulzura. Se levanto para acercarse a su pequeña y darle un fuerte abrazo.-Tienes mi apoyo, sin importar la decisión que tomes.
Había logrado sacarse un gran peso de sus hombros y eso la dejo sumamente tranquila.
