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NARRADOR ||
"Él es como nosotros.."
Esa frase no dejaba de repetirse en su mente. Cerro sus ojos dejando caer las primeras lágrimas, sentía como su corazón iba a mil por hora y sus manos temblaban aun con el arma en mano.
¿Qué acababa de pasar?
Se sentía observada, intranquila. Como si tuviera gente alrededor de su casa, miro a través de las ventanas antes de cubrirlas mejor con las cortinas.
Guardo el arma.
-Mamá, ¿Donde estas?-Escucho la voz adormilada de su hijo mientras bajaba las escaleras. No se atrevió a contestarle en ese momento.-¿Qué haces aquí?-Le pregunto al verla en la cocina. Se acerco y la abrazo.
-Na-nada.. cariño.-Contesto como pudo abrazándolo con la misma intensidad, dejando un beso en el cabello castaño del pequeño.
Él lo sintió, sintió el miedo en el cuerpo de su madre y eso lo preocupo. Tenía el miedo de no poder cuidarla, él era el hombre de la casa y eso debía hacer, cuidarlas.
Desde muy pequeño que intentaba comprender su vida, su familia, pero siempre todo había sido demasiado confuso como para entenderlo y nunca tuvo el valor de preguntarle a su madre.
¿Quién seria su padre? ¿Tendría hermanos? ¿otra abuela? ¿Tios?
No lo sabía. Siempre habian sido ellos tres. Mamá, nana y él. ¿Qué más? Si con ellas tenía absolutamente todo lo que necesitaba para ser feliz.
Pero aveces le gustaría tener a su padre, tal vez.. Solo tal vez, seria alguien bueno, alguien que lo amara con la misma intensidad que su madre.
Solo tal vez..
-¿Segura? ¿Todo en orden?
Ella asintió.-Si, solo fue un mal sueño.. Volvamos a la cama, cariño.
-Bien.
Los dos se dirigieron a la habitación principal, luego de unas horas dejo a su madre durmiendo en el cuarto. Bajo nuevamente, acercándose al teléfono fijo que tenían en la casa y con dudas, comenzo a marcar unos cuantos números, apoyando el teléfono en su oreja esperando ser atendido.
No estaba muy seguro de lo que estaba haciendo, pero lo necesitaba. En verdad, necesitaba hablar con alguien que no fueran ellas.
Sonó, un par de veces y cuando penso que no lo a tenderían escucho la voz a través de la linea.
-Charles..
-¿Kyle, qué ocurrió?
.
.
.
La pelinegra se aclaro la garganta intentando llamar la atención de su madre, de forma disimulada. Se encontraban desayunando esa misma mañana, pero ella parecía estar divagando, muy perdida en sus pensamientos y eso capturo la atención del menor, que rápidamente intento saber que estaba pasando.
"¿Qué le ocurre?"
Pregunto con dudas, miedo en realidad. Era su abuela, su otra madre y venia con semanas un poco extrañas, pero tapaban aquello con la excusa de "la bebida" pero esta vez era plena mañana.
Ella aun no había bebido nada.
Era extraño.
-¿Vendra tu amigo?-Intento cambiar el tema. A pesar de todo lo ocurrido, intentaba actuar con total normalidad por su hijo.
-Si, vendrá un poco más tarde.-Contesto jugando con su desayuno. Se encontraba un poco raro con todo, porque no entendía lo que sucedia y eso lo enojaba.-Me iré a acostar, mamá.
Dejo un beso en el cabello de su madre y abandono el living. Ella empujo el plato con frustración, estaba muy cansada.
Miro a su madre:
-¿Me puedes decir que mierda pasa contigo mamá?-Dijo entredientes aguantando las lágrimas.-Te necesito, no me hagas esto.. ¿Qué tengo que hacer? Le apunte a finn con un arma, maldición! Soñe con papá, ¿Lo recuerdas?
Su madre la miro y no dijo nada. No reacciono.
-Mamá.. Por favor..
Esa vida "perfecta" que tanto le había costado construir, se estaba comenzando a desmoronar poco a poco y eso la aterraba.
