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「THOMAS
No le dije nada. Solo me acerque a ella, presionando ligeramente mi frente contra la de ella, cerrando mis ojos. Athenea me llenaba de paz con solo tener su compañía, no necesitaba más.
Sentí sus suaves manos apoyarse en mis mejillas dando pequeñas caricias de forma lenta, su nariz rozo la mía haciéndome abrir los ojos, encontrandome con sus ojos color miel, casi amarillentos. Al estar tan cerca, sus pecas eran más notorias, sobretodo porque no llevaba maquillaje.
-Mereces algo mejor.-Murmure en un tono bajo, su boca se abrió de forma ligera, pero al instante volvió a cerrarla guardando sus palabras.-Hablo en serio.
Termino solo por asentir dejando un beso en mi mejilla, y sin decirme nada, se giro guardando el libro nuevamente en la biblioteca. En ese punto, necesitaba que me dijera algo, aunque fuera la cosa más mínima del mundo.
-Creeme que lo se.-Dijo después de un largo silencio, iba a contestarle pero su voz me interrumpió nuevamente.- Pero, te quiero y quiero creer que eres suficiente para mi aunque todos, hasta tú dices lo contrario a eso.
-Solo quiero cuidarte, nea.-Murmure apoyando una de mis manos en su espalda baja, ella se volvió a girar, quedando una vez más, frente a frente.-Es por tu bien, no quiero hacerte más daño-Hice una pausa-La vida..
Me interrumpió.
-No tiene que dar ninguna explicación, señor shelby. -Acomodo mi traje con una pequeña sonrisa en su rostro.- Solo le pido que me permita seguir siendo parte de la vida de charlie, él es realmente importante para mi y quiero creer que yo soy importante para él.
-No tienes que pedirme eso, por supuesto que puedes seguir siendo parte de la vida de charlie y de la mía.. -Ella asintió.
-Gracias.. -Se puso de puntitas de pie acomodando ligeramente mi cabello, su mirada me hizo dudar de todas mis palabras por un momento, aunque no iba a cambiar lo dicho anteriormente, yo no era alguien bueno para ella.
-¡Papá! ¡Papá!-Los gritos de charlie se escucharon a lo largo del corredor, seguido de sus pasos. Note la sonrisa en el rostro de nea al escucharlo, el brillo en su mirada había vuelto aparecer.- ¡¡Nea!! -Chillo al verla cuando se asomo en la puerta, olvidándose por completo que estaba buscandome a mi.
-Hola, charlie.-Ella correspondió el abrazo dejando un beso en el cabello del pequeño antes de recomponerse.
-Estuve con la tía ada, lamento no haber estado para cuando llegaste.- La agarro de la mano guiandola al sofá.- ¿Me esperaste por mucho tiempo?
-Ella vino a verme a mi.-Interrumpí su charla ganandome la mirada de desaprobación de mi hijo, que rápidamente miro a la pelinegra en busca de una respuesta ante eso.
-No le creas, yo solo vengo a verte a ti.. Y tuve que charlar con él, porque tú no estabas y tenía que esperarte.- Murmuro ella haciéndolo sonreír.
-Lo lamento, seguro te aburriste mucho.
-¿Me esta llamando aburrido?- Le consulte a nea, quién asintió con una pequeña sonrisa divertida en su rostro.
-Eres un poco aburrido, tommy.- Ella le dio la razón.
-¿Así?
-Siip. -Contestaron a la par.
Decidí no contestar.
-Oh, tommy.-Nea llamo mi atención desde el sofá.- Con charlie queremos ir a andar a caballo, ¿Te molestaría que lo lleve conmigo?
-¿Te gustan los caballos?- Ella asintió.- Bien, con una condición.
