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NARRADOR ||
AÑOS DESPUÉS
Una dulce sonrisa curvo sus labios apoyándose en el marco de la puerta que daba al jardin trasero. Era una hermosa tarde de otoño, en algún lado de italia. Su mirada estaba concentrada en su pequeño -aunque no tan- pequeño hijo, kyle michael. El adolescente se encontraba concentrado en darle de comer a sus dos caballos y al resto de animales que tenían en la casa de campo.
Su corazón se hacía pequeñito dentro de su pecho. Lo intentaba, pero no lograba ver a otra persona que no fuera shelby en ese niño, en su niño. Le aterraba lo parecidos que eran en muchos sentidos, en demasiados para su gusto pero su pequeño tenía el corazón más amable del mundo, algo que thomas no tenía.
-¿En qué tanto piensas?-Pregunto con una sonrisa divertida al verla tan perdida en sus pensamientos.-¿La abuela no ha llegado?
-Solo pensaba en la cena.-Sonrió adentrándose nuevamente a la casa, siguiendo a kyle.-¿Quieres algo en especial?-Entraron a la cocina.- No, mamá no ha llegado todavía, es un poco extraño ahora que lo mencionas.
-Tranquila, fue a la ciudad, tardara un poco en llegar.-Dejo un beso en el cabello oscuro de su madre, ella era su mundo.-Con lo de la cena, has lo que tu prefieras.
Kyle, había sacado los ojos azules de su padre al igual que su tranquilidad tan características a la hora de hablar, tenía un porte muy firme al igual que su padre a pesar de ser un niño todavía. Eso la ponía intranquila, desde el primer momento que tuvo a ese niño en brazos, supo que haría hasta lo imposible por mantenerlo lejos del mundo de los blinders. Solo era una madre intentando proteger a su hijo.
Solo quería eso, mantenerlo alejado del peligro, de thomas y todo su mundo desastroso. Quería que su hijo fuera feliz.
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-Su nombre es kyle michael.
Informo finn, que se encontraba parado frente a su hermano. Los dos estaban en la oficina del mayor, intentando ser muy discretos con dicha información. Llevaban meses en la búsqueda de aquel joven, por no decir años.. Pero, hace algunos meses tom decidió pedirle ayuda a su hermano pequeño.
-¿Lo has visto?
Asintió seriamente.-Es idéntico a ti, thomas.
Un escalofrío recorrió su cuerpo de pies a cabeza de solo pensar en la posibilidad de tenerlo frente a él por primera vez en años, no podía creer que estuviera tan cerca de poder conocerlo, de conocer a su hijo.
-¿Y ella?
Negó tomando asiento.-Ella se ha vuelto demasiado anónima, no la he visto salir de su casa.. Pero, su madre se encuentra con ellos, es la cara pública de la marca.
-Necesito que la traigas. Es la única forma de que athenea vuelva y con ella vendra él.-Le indico, pero finn no parecia estar muy de acuerdo con esa idea.
-Thomas, no creo que sea la mejor opción.. Vas a ponerlo en tu contra.-Opino.
-¿Y entonces? ¿Voy a verlo? No va a abrirme la puerta, finn. Viven en su propio mundo, lejos de todos.-Le contesto. Comenzaba a estresarse, solo quería ver a su hijo.
-Buscare la forma de hablar con él, pero ese no es un buen plan. Dejame manejar la situación, no te apresures.. No mandes a la basura tantos meses de trabajo.
-Bien. No quiero que nadie se entere, mucho menos charles..
Le recordó sin saber lo que su hijo mayor tenía en mente, realmente intento manterlo al margen pero charles era demasiado inteligente, más de lo que creían.
El primogénito shelby iba varios pasos más adelante que su padre, hace ya mucho tiempo, sin que nadie supiera eso. Además, charles tenía ventaja al tener el cariño de la mujer que odiaba a su padre y eso iba a ayudarlo demasiado.
