CAPÍTULO 24: UN GRAN DÍA.

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THOMAS

La mire; se encontraba acostada en el jardín, sus manos estaban entrelazadas sobre su abdomen y sus ojos se mantenían cerrados dejando que el sol del día se posara sobre su rostro. Estar cerca de ella me daba calidez, me hacía olvidarme de todo lo que pasaba por mi cabeza.

Me senté a su lado, pero me mantuve en silencio para no molestarla. Habíamos tenido una tarde tan tranquila con charlie y los caballos. Ahora el pequeño se encontraba durmiendo dentro de la casa.

—Ven, acuestate conmigo.—Sentí su mano envolverse en mi muñeca, volví a mirarla y aun tenía sus ojos cerrados. Hice lo que me pidió, pero ella de todas formas no rompió el agarre.

—¿Te divertiste?—Consulte cerrando mis ojos por un momento a causa del sol que se posaba sobre mi rostro y comenzaba a molestarme.

—¡Por supuesto!—Contesto. Juro que podía sentir la enorme sonrisa dibujandose en su rostro, su tono lo decía todo.—Fue un día hermoso.. Gracias por haber venido con nosotros.

—No tienes nada que agradecer.

Nos mantuvimos en silencio, disfrutando del cálido día que estaba haciendo. Nos encontrábamos tan sumergidos en nuestro propio silencio, que al escuchar el estruendoso ruido que hicieron en algún sector del lugar, mi cuerpo reacciono por inercia cubriéndola a ella con mi propio cuerpo de un posible ataque.

Cuando reaccione con cordura, ya era algo tarde. Mis brazos estaban apoyados a cada lado de su cabeza y sus manos estaban apoyadas sobre mi pecho.

—¿Qué paso?—Murmuro en un tono bajo abriendo lentamente sus ojos encontradose con mi mirada.—¿Estás bien?—Pregunto con una notoria preocupación en el tono de su voz.

— No, nada.—Me reincorpore rápidamente, y me levante. Ella se sentó intentando comprender la situación.— Lo lamento, tengo varias cosas que hacer, nea. Nos vemos luego, ¿Si?

—No, no, no.—Se levanto rápidamente acercándose rápidamente a mi. Intente seguir con mi camino, pero ella se puso delante mío agarrando mis manos.— Tommy, podemos hablar.. ¿Qué fue eso?

—Debo encargarme de algunas cosas, athenea. Olvidalo.— Intente seguir con mi camino, pero ella era bastante insistente cuando quería llegar al fondo de algo.—Athenea, por favor.

—Señor shelby.—Me hablo con seriedad, manteniendo su postura firme adelante mío, me estaba desafiando.— No me haga repetir las cosas, por favor.

Me mantuvo la mirada esperando una respuesta, respuesta que no iba a darle aunque insistiera.

—Señor shelby.

—Esta conversación se acabo aquí. Olvidalo.

—Por favor.

Siguió insistiendo.

—Athenea, olvidalo.

La mire seriamente, y ella parecía no querer rendirse hasta saber el trasfondo de mi reacción.

—Tommy, dime que fue..

No la deje terminar de hablar. Lleve mis manos hasta su rostro y la bese como un inconsciente. A pesar de estar sorprendida por la repentina acción, me correspondió en beso dejando sus manos aferradas al borde de mi traje.

—Bien, ahora quiero saber que fue esto.—Musitó cuando nos alejamos, aunque tenía una sonrisa curvando sus labios. Negué ligeramente volviendo a unir nuestros labios evitando contestarle.  

—¿Vas a hacer eso cada vez que no quieras contestar?—Pregunto.— Porque tengo muchas preguntas de las cuales no vas a querer contestar ninguna.

—¡Señor shelby! Llego ada.— Aviso  francis ganándose nuestra atención por un momento. Asentí levemente y ella volvió a irse.

—Debo irme. —Comente.

Ella asintió.— Si, yo también debo volver a casa..

—Bien. Nos vemos luego.

Apoyé una de mis manos en su mejilla dejando un casto beso en sus labios antes de alejarme, yendo nuevamente a la casa.

Había sido un gran día, un día que iba a recordar siempre.


















[NOTA ANTIGUA]
[IGNORAR]

Estoy preparando una historia de michael ✨

♡: Ya tienen la historia de michael en mi perfil. Ya esta terminada, por si quieren pasarse por ahí.

DANGEROUS BLINDERS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora