Carla seguía aferrada a Samuel imaginándose lo peor ante el escenario que tenía enfrente.
Su intención en ningún momento había sido dañar a Polo de ninguna manera, solo quería detener a esa persona y que no le causara daño alguno a sus compañeros.
Por su parte, Samuel la aferró a él y con palabras suaves y dulces intentaba tranquilizarla, acariciaba su cabello y al oído le susurraba que todo estaría bien.
La alejó un poco de todas las personas que empezaron a amontonarse al cuerpo de Polo, el cual seguía tendido sobre la tierra.
-Yo no quería. –Dijo ella un poco perdida separándose con brusquedad de los brazos de Samuel.
-Shhhh, vale ya Carla... fue un accidente. –Le aseguró tomándola de las manos. –Yo no pienso permitir que nada te pase. –Dijo sacando su lado protector nuevamente.
-Es algo inevitable, cuando la policía llegue harán preguntas, todos dirán lo que vieron y... –No pudo terminar porque las lágrimas se lo impidieron.
-Amor, tranquila. –Fue hasta ella y la acercó nuevamente a su cuerpo. Ella aprovechó la cercanía y hundió su rostro en ese pequeño hueco de su cuello, ese pequeño lugar en donde la colonia varonil del castaño se concentraba con mayor intensidad.
Samuel se dedicó a pensar mientras la consolaba, una de sus manos se entretenía en acariciar con lentas pasadas su espalda y besos dulces eran depositados sobre su melena dorada.
-Lo maté. –Exclamó entre sollozos y se hundió con más en su cuello.
Samuel la separó de él solo para mirarla a los ojos y con sus pulgares limpió el agua salada que resbalaba por sus mejillas.
-¿Carla? Mírame. –Le habló con suavidad para llamar su atención.
Ella abrió los ojos ante su petición, sorbió su nariz y lo miró tal y como se lo había pedido.
-Tú no hiciste nada. –Le acarició el rostro y se apartó de ella. Fue hasta donde el tronco yacía tirado y lo tomó entre sus manos.
-¿Que haces? –Averiguó. Lo miró atento y él no le respondió. Sin embargo se encontraba muy concentrado tocando aquel trozo de madera por todos lados, como queriendo borrar las huellas de la chica y plasmaras de él.
Carla tardó un poco en deducir lo que pasaba. Abrió los ojos sorprendida y caminó hasta el chico para hacerlo cambiar de opinión a cómo diera lugar.
-¡De ninguna manera, Samuel! –Exclamó aún perturbada. Trató de arrebatarle el trozo de madera pero el castaño fue más rápido y lo alejó de ella.
-Voy a hablar con todos, les voy a pedir que digan que fui yo quien lo golpeó. –Dijo con firmeza y sin dar oportunidad alguna de réplica, comenzó a caminar en dirección contraria a ella para dirigirse a donde la multitud se encontraba rodeando a Polo.
Esta vez fue Carla la que corrió a toda velocidad tras él. Estaba loco si pensaba que le dejaría culparse por algo que no hizo.
Cuando los dos estuvieron muy cerca del cuerpo de Polo, observaron que su brazo comenzaba a moverse y antes de que pudieran decir algo, este se levantó de golpe mientras soltaba un fuerte grito logrando asustar a todos a su alrededor. Otra vez.
-¡Menudo gilipollas! –Espetó Guzmán a su amigo. Tal parecía que esa actuación del final no estaba planeada.
-Imbécil. –Le llamó Ander golpeándole el hombro.
Polo casi vuelve a caer al piso a causa de la incontrolable risa que le provocó su nada agradable broma y las reacciones de todos y cada uno de sus compañeros a su alrededor.
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Élite: Desde que te vi
Teen FictionEsta historia se basa en la serie de Netflix Élite y se enfoca en la pareja del momento CARMUEL. La historia narra a una Carla y un Samuel flechados desde el primer momento en el que se vieron. Pasarán por diversos obstáculos, pero demostrarán que...