Minutos antes...
Carla había ido hacia la pista donde pensaba que se encontraba Samuel terminando el castigo impuesto. Una vez que llegó ahí, tampoco le encontró–Joder, ¿Donde coño estará?–Se preguntaba, ya estaba un poco agitada de tanto caminar, se sentó un momento en las bancas para tomar aire. Hasta después de un par de minutos se le ocurrió ir a los vestidores a buscarlo.
Iba caminando a gran velocidad por los pasillos de las Encinas, finalmente llegó hasta la puerta y cuando estaba a punto de entrar a los vestidores, escuchó a Samuel hablar con alguien, frunció el ceño al escuchar que Marina estaba con él y estaba por irse muy molesta, pero él castaño sonaba algo alterado y curiosa decidió quedarse a escuchar.
-Solo te lo digo por tu bien Samu, tú también me agradas y no quiero que salgas lastimado, ella es una manipuladora y solo está jugando contigo–Insistía la pelirroja.
Carla rodó los ojos y estaba por entrar a los vestidores para poner en su lugar a Marina, pero justo cuando estaba por entrar escuchó un golpe y a Samuel alzar la voz, eso la hizo detenerse y seguir atenta a lo que pasaba.
Samuel azoto la puerta de la taquilla–¡Basta ya! Tú crees conocerla pero no le conoces ni un poco y si vas a seguir en ese plan lo mejor será que no me vuelvas a hablar y ahora retírate que tengo que darme un baño–Dijo y con la mano le señalo la salida para que se marchara.
La rubia sonrió tiernamente al escuchar a Samuel defenderla, suspiró y un cosquilleo abundó su estómago. Nunca nadie se había interesado en protegerla y defenderla de esa manera, tampoco es que lo necesitara, pero sentía lindo tener a alguien que también le diera ese tipo de atenciones.
-Después no me digas que no te lo advertí–Dijo Marina y se marchó furiosa.
Carla escuchó los pasos de la pelirroja que se dirigía muy molesta hacia la salida, la rubia caminó rápidamente hasta esconderse en uno de los pasillos para que la chica no le viera.
Por un momento se quedó recargada sobre la pared esperando a que Marina se alejara un poco más, en ese momento una idea cruzó por su mente.
Caminó nuevamente hacia los vestidores de hombres y tratando de hacer el menor de los ruidos, entró.
Una vez dentro, aseguró la puerta y poco a poco se fue desvistiendo, quería sorprenderlo y de alguna forma le había puesto escuchar a su novio defenderla de la manera en la que lo hizo.
El chico seguía sumergido en sus pensamientos, de verdad le molestaba que Marina y Polo hablasen tonterías de Carla, no estaba dispuesto a permitírselo a nadie. Para él, ella era una chica única, con un carácter duro y si lograbas conocerla bien, podías darte cuenta de la gran persona que era. ¿Como se atrevían a hablar así de ella? Se cuestionaba y le molestaba recordar todas las tonterías que le decían.
Ya estaba por salir de la ducha, cuando escuchó que alguien entraba.
-Joder–exclamó al ver quien estaba frente a él mientras con sus manos trataba de cubrirse...
–Hola guapo–Le saludó Carla con una voz suave y seductora–No tienes porque cubrirte, ahí no hay nada que no conozca ya–Dijo pícaramente.
-Joder bonita, me has asustado–respondió.
-No tienes porque cubrirte, ahí no hay nada que no conozca ya–Dijo pícaramente.
El chico sonrió nervioso–¿Que hacéis aquí?–Le cuestionó el castaño, para después quedarse atónito al darse cuenta que sólo se cubría con una toalla blanca.
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Élite: Desde que te vi
Teen FictionEsta historia se basa en la serie de Netflix Élite y se enfoca en la pareja del momento CARMUEL. La historia narra a una Carla y un Samuel flechados desde el primer momento en el que se vieron. Pasarán por diversos obstáculos, pero demostrarán que...