Una vez dentro de la oficina de Azucena, esta les pidió a los marqueses y a Pilar que se sentaran en las sillas que se encontraban frente al escritorio, mientras Samuel y Carla se sentaron un poco más apartados.
La tensión se sentía a kilómetros, desde el nerviosismo de Carla y Samuel, hasta las miradas fulminantes de Beatriz y Theo hacia Samuel, Carla y Pilar.
-Les he llamado ya que he esta mañana he recibido algo que necesito que vean–dijo rompiendo finalmente el silencio incómodo–¿Pueden acercarse? –Les pidió a ambos chicos.
Todos estaba desconcertados, no sabían que era lo que pasaba y les parecía que Azucena no estaba siendo clara.
Carla y Samuel se levantaron del sillón en donde estaban sentados y dieron unos cuantos pasos hasta llegar a donde sus padres y la directora.
Azucena los miro fijamente, mirada que reflejaba mucha seriedad–Esta mañana muy temprano, me ha llegado un archivo a mi correo electrónico–decía–al abrirlo me he enterado de que es un video–dijo sin apartar su mirada de Carla y Samuel, quienes seguían reflejando mucho nerviosismo–lo he visto, y aparecen ustedes dos saliendo de los vestidores de hombres–dijo finalmente–De Samuel no me sorprende, pero lo que quiero saber es ¿que hacías tu ahí Carla?–le cuestionó.
Theo y Beatriz se voltearon a ver y después miraron con el ceño fruncido a su hija.
Carla iba a responder, por supuesto iba a negarlo todo, pero su padre no le permitió hablar y respondió él.
-¿Se puede saber a donde quieres llegar con esto Azucena? O mejor dicho ¿que es lo que estás insinuando? Le cuestionó muy molesto.
-Solo quiero que me digan, ¿que es lo que hacían los dos ahí? Insistía la directora–En esta institución nos tomamos las normas muy en serio y una de nuestras principales normas, es que las mujeres tienen prohibido entrar a los baños, vestidores y duchas de hombres–decía–Y si ninguno está dispuesto a decirme que es lo qué pasó, me tendré que ver en la necesidad de expulsarlos tres días–dijo y se levantó de su silla.
-No lo harás–respondió el marqués quien también se levantó de su silla y dio un manotazo sobre el escritorio que tenía frente a él–¿Crees que voy a permitir que les acuses sin tener una sola prueba contundente? –dijo a los gritos.
-Te voy a pedir que bajes la voz, este es mi instituto, es en mi oficina y me respetas–le exigió Azucena.
Theo se mofo–Yo hablo como me da la gana, ¿acaso has olvidado todo lo que mi familia ha hecho por este instituto? ¿O ya olvidaste que la biblioteca que inauguraste hace un par de años fue gracias a mi? –Decía Theo con arrogancia echándole en cara lo que familia aportaba a las Encinas–¿Te has olvidado de las donaciones que hago cada año? –Seguía cuestionando–Si tomas la decisión de reprenderlos, por algo que no pasó, tendré que irme a la junta y me encargaré de que te releven de tu cargo por difamación–le amenazo.
Azucena trago saliva por todo lo que había dicho Theo, tenía razón, ese hombre y esa familia eran gente cuidado y de mucho poder, realmente podían destituirla de su cargo con tan solo un chasquido de dedos de la familia Rosón Caleruega.
-Esto fue mi... –iba a decir Samuel, estaba dispuesto a cargar con la culpa para que Carla no tuviese problemas con sus padres y que la discusión entre Azucena y Theo se detuviera. No podría con la culpa de que alguien que perdiera su trabajo, solo por un arranque de calentura que ambos tuvieron.
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Élite: Desde que te vi
Teen FictionEsta historia se basa en la serie de Netflix Élite y se enfoca en la pareja del momento CARMUEL. La historia narra a una Carla y un Samuel flechados desde el primer momento en el que se vieron. Pasarán por diversos obstáculos, pero demostrarán que...