21.- Intentos

2K 113 57
                                    

Mientras Samuel y Theo permanecían encerrados, charlando en la biblioteca de sabrá Dios que, Carla estaba con su madre en la sala de estar intentando enfocarse en lo que sea que Beatriz le contaba.

-¡Carla! –Llamaba la marquesa a su despistada hija.

Ella dio un pequeño salto sobre su asiento y miró nuevamente a su madre. –Lo siento, mamá. No te estoy prestando atención, lo sé. Pero no puedo dejar de pensar en la actitud de mi padre –Hablo por fin. –¿Que fue lo qué pasó? ¿Porqué ha llegado así de lastimado? ¿Por qué de repente necesita hablar con Samuel? –Cuestionó sin apartar la vista de la marquesa. Quería ver su expresión y con eso bastaría para darse cuenta si ella estaba dispuesta a decirle la verdad o a engañarla como usualmente lo hacían con sus problemas.

–Hija, en cuanto tu padre termine de hablar con Samuel, lo va a hacer contigo. –Respondió intentando sonar lo más tranquila posible. –Pero despreocúpate que no es nada de cuidado –

Carla le miró confundida pero no insistió más. Sabía que su madre no le diría nada, así que sólo asintió y trató de seguirle la plática a su madre.

Mientras las marquesas conversaban o intentaban conversar, Samuel se encontraba encerrado con Theo en la biblioteca. El marqués se sirvió torpemente un poco de vodka y le ofreció a Samuel, este le miró y negó con la cabeza. Estaba ansioso y confundido, el padre de su novia estaba dándole vueltas a lo que sea que tuviera por decirle, nada bueno supuso y él se moría por terminar de una vez por todas con ese momento tan incómodo.

-De seguro te estarás preguntando, ¿Qué es lo qué haces aquí? –Dijo mientras bebía un poco de su bebida. Samuel le miraba expectante. –Quiero que sepas, que por alguna razón no me agradas – Soltó sin un ápice de tacto. El chico supo en ese momento de lo que trataría la dichosa conversación entre ellos y suspiró con desgana. Ahora, no solo tendría que ir entre los típicos problemas a los que se enfrentaba cualquier pareja adulta o adolescente, si no que también tendría que remar contra los padres de su novia. –Pero... –Hizo una pausa no tan larga. El marqués intentaba ordenar lo siguiente que saldría de su boca. –Creo que no he actuado bien, te he tratado mal y sin conocerte. –Aquello provocó que el castaño abriera los ojos debido a la sorpresa que le causaba lo dicho por Theo. Ese hombre parecía que nunca aceptaría lo que tenía con su hija, incluso sentía que en cualquier momento saldrían las cámaras escondidas y le dirían que todo era parte de un show o alguna broma, una muy mala broma.

Samuel asintió y siguió mirando expectante al padre de su novia.

-Me voy a proponer a conocerte y tratarte un poco más. -Solo quiero que me prometas, que cuidarás de ella –Le pidió con seriedad manteniendo la mirada fija en él. –Azucena nos llamó y nos explicó lo que sucedió hace algunos días en el instituto –Dijo mientras le daba un trago a su bebida –También nos informó de que fuiste tú quien la encontró y lo bien que la cuidaste durante esos días que lo pasaron ahí, encerrados. Puedo decir que gracias a ti, mi hija está viva –Confesó con mucho esfuerzo. Theo no era una de esas personas que dejaba entrar en su entorno a cualquiera y mucho menos andar agradeciendo a cualquiera, pero debía de reconocer que Samuel se había comportado bastante a la altura.

-Carla es maravillosa y le he tomado mucho cariño en estos pocos meses que llevamos de conocernos y de ser novios. –Carraspeó algo incómodo. Theo sí que era una persona bastante intimidante. –Le prometo que yo la cuidaré, de eso puede estar totalmente seguro. –Le aseguró confundido. No tenía idea del porqué el padre de su novia le pedía tal cosa. ¿Qué era lo que lo llevaba a hacerle prometer tal cosa? ¿Tendría algo que ver ese mal estado en el que se encontraba? No tenía ni fina respuesta segura para ninguna de sus dudas, pero ya que estaban ahí, hablando pacíficamente, se lo preguntaría. Su cambio hacia el trato que de ahora en adelante le daría lo descolocaba, pero eso sin duda pasaba a segundo termino. Eso por ahora y no le importaba si era cierto o no, con el tiempo lo descubriría, ahora lo que le preocupaba era Carla y ese repentino interés de su parte porque la cuidara.

Élite: Desde que te viDonde viven las historias. Descúbrelo ahora