Élite: Desde que te vi

22.- ¿Noche para dos?

-Aquella noche que nos quedamos en las Encinas, yo... yo fui quien... esa noche yo... –Quería sacarlo de su boca, necesitaba que el chico supiera la verdad de lo qué pasó con Carla y Lu. Creía que una vez que el lo supiera y que ella le explicara que dentro de su plan no había malicia alguna, abogaría por ella y así tal vez evitar que la llevaran a ese internado, al cual ella no quería ir.

Estaba a punto de hablar y proseguir con su confesión pero... -¡Marina! –Escucharon que alguien hablaba desde el pasillo. Samuel rápidamente se levantó de donde permanecía sentado y la pelirroja se secó con un poco de torpeza las lágrimas que escurrían sobre sus mejillas. Guzmán abrió la puerta de la habitación de su hermana y frunció el ceño en cuanto vio al castaño ahí. –¿Que haces aquí, tío? –Cuestionó. —No es correcto que estén aquí, encerrados en una habitación y solos. –Les reprendió molesto mientras miraba con dureza a Marina.

-Tú hermana no se encuentra bien, estaba llorando y cuando la escuché no quise dejarla sola. –Informó Samuel antes de que Guzmán pensara alguna otra cosa que pudiera comprometerlo.

–Vale, pues ya estoy aquí para ayudarla, ahora haz el favor de marcharte, Carla te busca. –Mintió en aquello último. En realidad Carla no lo buscaba y Samuel lo sospechaba, pero no puso ninguna pega a la mentira y salió de la habitación de la pelirroja sin decir nada más.

Marina estaba a punto de detenerlo pero Guzmán la escrutó con la mirada y optó por quedarse quieta en su lugar. Su hermano ya miraba bastante enojado y no pretendía enfadarlo más mucho menos quería que él y Samuel armaran una pelea y que la situación se tornara peor para ella.

Una vez que el castaño estaba fuera de la habitación de Marina, Guzmán se acercó a la puerta y la aseguró. Se giró para mirar con seriedad a su hermana quien no le fue capaz de sostener la mirada y permanecía sentada al filo de la cama sin decir absolutamente nada.

-¿Escuchasteis?. –Preguntó temerosa. No sabía cuanto tiempo habían permanecido su hermano al otro lado de la puerta y tenía que hubiese estado el suficiente para escuchar que estuvo a punto de confesarle lo que había hecho aquella noche con Carla y Lucrecia.

-Preguntas lo obvio, Marina. –Respondió con seriedad. –Por supuesto que escuché y de verdad no se que coño pretendías al intentar decírselo, ¿Que los Rosón Caleruega y los Montesinos te hundan? Nos hundan. –Corrigió. –¿Acaso piensas que ese tío saldrá a tu defensa?. –Cuestionó alzando la voz ante la mirada temerosa de su hermana y rió secamente. –Joder, Marina. Entiende de una puta vez que lo mejor será que te vayas aquí, que te alejes en lo que ese tema se olvida. –Su hermana derramaba lágrimas a medida en la que él hablaba.

-Lo único que quieres es deshacerte de mí, sólo soy un estorbo para ti y para mis padres. –Soltó entre llanto. Se levantó de la cama y abrió la puerta de su habitación. –¡Lárgate! —Le exigió haciéndole un ademán con la mano para que se marchara. –Vete y por favor no volváis a molestaré, podes estar tranquilo que me iré y no volveré a ser una carga más para ustedes. –

-Marina, yo....

—¡No!. –Dijo deteniéndolo con la mano y haciéndole un ademán, no quería ninguna de sus absurdas explicaciones. –Lárgate, ve y disfruta tú cumpleaños que después de esta noche os podéis olvidar de mi para siempre. A partir de mañana dejaré de ser una molestia para ti y para mis padres. –Susurró dolida, se levantó y se encerró en el baño.

Guzmán suspiró con pesadez. Respetó el pedido de su hermana y salió de la habitación, más no creyó poder disfrutar del resto de la noche.

* . * . * . * . * . * . *

Samuel caminaba por los pasillos de la casa Nunier un poco confundido, decir que la duda de lo que Marina tenía por decirle no le inquietaba sería mentir. La sintió aturdida e impaciente, ella habría hablado de sus inquietudes si Guzmán no hubiese aparecido en ese momento. Lo más sospechoso fue la insistencia del rubio para que él se marchara, eso sin duda le hizo cuestionarse con más razón, ¿que sería eso que tenía por decirle?.