8.- Celos

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Inmediatamente Carla quito su mano de la mejilla del joven, ambos se levantaron del césped y se pararon frente a Theo.

-Buenas noches papá–respondió Carla un poco nerviosa, aunque trataba de disimularlo.

-Buenas noches–respondió Samuel y extendió su mano hasta Theo en señal de saludo.

El marqués le quedó mirando durante unos segundos, lo inspeccionó de pies a cabeza y después de hacerlo le tendió de mala gana la mano al chico.

-¿Y tú eres? Preguntaba Theo.

-Es Samuel papá, es mi...–Decía Carla. Pero se detuvo un momento y volteó a ver al chico.

–Soy un compañero de clase–dijo Samuel terminando la oración.

–¿Un compañero? Cuestionó. - Y es que yo a ti te conozco, tu cara me es familiar-Dijo mirándolo detenidamente.

-Si papá, él es el chico que Sebastian arrolló el otro día-Dijo Carla.

-Es cierto, ¿Y como es que has dado hasta acá chaval? Cuestionaba el marqués confundido.

-Estudia conmigo papá, ya te lo ha dicho, somos compañeros de clase en el instituto-Respondió la chica.

El marqués se quedó un tanto serio, no entendía cómo es que ese chico podía estudiar en las Encinas, a simple vista se veía que no tenía los medios para estudiar en un instituto de esa clase. Pero ya se daría el tiempo de investigar como es que le había hecho para entrar ahí. -¿Y no te parece que es un poco tarde para que tengas visitas en casa? Le cuestiono serio a su hija.

-Está aquí porque estamos haciendo un trabajo de la escuela juntos papá-Le respondió la chica mirándolo molesta, pues su padre en pocas palabras, estaba corriendo al chico.

-Como sea Carla, es tarde para tener visitas, lo mejor será que te retires chaval. —le pidió en tono molesto.

-No se preocupe señor, ya estaba por marcharme-Respondió Samuel con timidez y pena y sin poder creer lo que pasaba, pues el papá de la chica que le gusta, lo estaba echando. -Nos vemos en clase-Dijo mirando a Carla. -Con permiso–se despidió y extendió nuevamente su mano, pero Theo solo se hizo a un lado para dejarlo pasar y no se tomó la molestia de corresponderle la despedida.

Ella le sonrió a Samuel con nerviosismo, se le caía la cara de vergüenza por el comportamiento de su padre, mientras Theo estaba con el ceño fruncido y esa mirada de desaprobación hacia su hija, para él era inaceptable que ella estuviera socializando con ese chaval sin clase.

-¿En serio papá? ¿Donde queda esa educación que tanto presumes tener? Le cuestionó su hija mirándolo con decepción.

-Ni me mires así, más decepcionado estoy yo de ti–dijo el marqués. –Tenemos que hablar–Le pidió.

Carla solo resoplo–Acompañaré a Samuel a la salida–Dijo Carla y fue tras él.

El chico no se detenía, estaba apenado por como el padre de la chica que lo traía loco los había encontrado y no le había agradado nada, aparte le había corrido, quería salir lo más rápido posible de esa casa.

Carla tuvo que caminar aprisa para poder alcanzarlo–¡Para Samuel!–le pidió tomándolo del brazo. –¿De verdad me hiciste correr tras de ti? Le cuestionó.

-Disculpa, es qué tal parece que no le agrade nada a tu padre y lo entiendo–decía él.

-Mi padre es así, ni le prestes atención–le dijo y lo tomó de las manos.

-¿Como no prestarle atención? Es tu padre–le replicaba. –Será mejor que me vaya, no quiero ocasionarte más problemas. Se ve que no está nada contento con lo que vio–dijo el chico y dio un par de pasos pero Carla lo detuvo.

Élite: Desde que te viDonde viven las historias. Descúbrelo ahora