TRIVIA CRUISSES

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2006

Seokjin caminaba por la cubierta del barco viendo la maravillosa puesta de sol. Extrañamente había dejado de sentirse tan cansado o frustrado una vez que el navío zarpó del puerto de Southampton.

Tras explorar el interior, se dio cuenta de las tantas cosas por hacer durante los próximos días. Desde asistir a las obras de teatro en el piso siete, disfrutar de las distintas actuaciones musicales cerca del área de la piscina, frecuentar el bar en donde podría pasar algún tiempo jugando al billar y beber con desconocidos, entre otras cosas.

Después de reunirse en el teatro con su grupo para escuchar sobre los simulacros de emergencia, salió a la cubierta para admirar el paisaje de todo el mar, el sonido de sus aguas lo hacía despejar la mente y sentirse tan especial en esa parte del océano atlántico, donde podía gozar de un cielo más claro, unas nubes más esponjosas y sobre todo de un aire más limpio.

Al ver lo gloriosa que se miraba la puesta de sol, decidió detenerse para admirarla mejor, apoyó sus brazos sobre el borde y miró hacia abajo para ver como el mar creaba espuma ante el paso del barco.

Suspiró de manera dolorosa e inconsciente al volver a alzar su vista, tras recordar lo que ha dejado atrás para conseguir la paz que tanto desea.

Transcurrieron ocho años desde la muerte de su madre y era algo que Seokjin todavía no asimilaba, cada día era como si se hubiera estancado en la mañana que le dieron la noticia de su fallecimiento. Desde entonces para Seokjin todo era tan rutinario en su vida y cuando finalmente quiso dar el primer paso para mejorar, su padre murió dejándolo a él y a su hermano mayor con una preciada herencia que no haría posible traerlo de regreso.

Intentó muchas cosas para poder recuperarse y ninguna le había ayudado hasta ahora.

Quizá la solución no era conocer gente que lo distrajera de su pesar, o estar cerca de los que quería y le demostraran su apoyo constantemente. Tal vez para alcanzar su tranquilidad debía alejarse de su propia familia hasta de conocidos y vecinos que, solo lo agobiaban con palabras sobre que su madre por fin tenía compañía en un lugar en el cielo, o recordándole sobre el repentino deceso de su padre y sobre mucho que lamentaban su perdida.

Esas palabras lo dañaban y más el hecho de tener que lidiar con el ritmo de vida de sus conocidos al dejar las fiestas por sus ocupaciones de padres o por el matrimonio. Casarse no era algo en lo que Seokjin pensara mucho debido a sus estudios, ya que su tiempo lo dedicaba por completo a eso.

Pero si era un anhelo que tenía.

Luego de que su madre muriera esperaba que su padre lo entregara en un altar y lo viera contraer matrimonio con una persona que lo valorara como solían decirle ambos en cada festividad.

Ninguno de ellos iba a estar ahí para ver unir su vida a la persona que ama o conocer a sus nietos o nietas, con quienes compartirían consejos, experiencias e historias personales que Jin podría no saber.

Es por esos pensamientos que decidió tomar el viaje solo y disfrutar de eso sin escuchar cómo debía vivir, como superar y lo más importante sin sabotearse a él mismo cada que tenía oportunidad.

Dio un vistazo a la gente que estaba tomando fotos con sus cámaras digitales para olvidarse de su nostálgico momento, esperando contagiarse de su buen humor. Su hermano, antes de partir le obsequió una cámara para que capturara cada momento especial, para que a su regreso le contara de su experiencia, pero su cámara se quedó en la maleta.

Algunos se detenían para también ver la puesta de sol, otros estaban gozando de la piscina y algunas bebidas. Paseó la vista por las personas que conversaban entre risas, deteniéndose en un chico que estaba leyendo en medio de todo ese bullicio.

TRICKS OF DESTINY ||NAMJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora