Jin no recordaba haber tenido una noche tan llena de llanto silencioso, acompañado de un dolor asfixiante desde la muerte de su madre.
La noche anterior mantuvo una discusión con Namjoon de la que ya ni siquiera se quería acordar. El hecho lo seguía atormentando y lastimando hasta el corazón, una sensación que le daba molestia en la garganta sin poder probar un bocado de comida.
Namjoon siempre había sido el más calmado de los dos, actuando firme en situaciones que lo requirieran, pero la noche anterior fue la excepción cuando estuvo alzándole la voz, dirigiéndole miradas llenas de decepción e ira, conteniendo en sus ojos esas lagrimas que representaban su dolor.
Agradecía que sus hijas tuvieran tan solo unos meses, ya que la mayor parte del tiempo se la pasaban dormidas profundamente, así no se percatarían de la pelea y las cosas hirientes que fueron dichas por ambos.
Jin descubrió su lado más explosivo y arrebatado, habían sido tantas emociones para experimentar y no solo eso, el estrés contenido por su trabajo, añadiendo la rutina de la paternidad que solo lo agotaba con cada día que pasaba. La discusión fue la gota que derramó el vaso para romper su capsula de fingida serenidad.
Namjoon prefirió ir a su habitación al no tener nada más para argumentar, al día siguiente se tomaría el día para charlar con más calma y saber que hacer ya que su cabeza era un desastre en ese momento. Jin pensó que su esposo evitaba el tema y en su arrebato le arrojó una bola de decoración que estrelló el espejo.
Namjoon se encogió de hombros por el sonido de los vidrios quebrándose y cayendo en el suelo. Se devolvió al instante pensando que Seokjin se había lastimado, pero este estaba blanco como el papel, llevando las manos a la boca por la impresión. Fue allí cuando el rubio pudo ver la poca distancia que había entre su cabeza, el espejo y el duro objeto que siguió rodando hasta tocar su zapato.
Su mirada perdida y dolida fue a Seokjin que estaba pálido, con lágrimas llenándole los ojos. Jin no quiso descubrir a donde llegaría su relación y prefirió terminarlo todo por miedo al monstruo que estaba creciendo en su ser.
Lagrimas corrieron por sus mejillas solo de recordar el incidente, esta vez no lo pudo resistir y de sus labios escapó un sollozo que acalló con sus manos para no despertar a las gemelas. Después de terminar su intento de almuerzo fue a verlas, las alimentó y se mantuvo con ellas parte de la tarde, ninguna imaginaba por el momento que pasaban sus padres ni mucho menos lo que estaba por venir.
Un estruendo en el cielo lo hizo sobresaltar, se limpió la humedad en su piel y se incorporó para dar un vistazo afuera. Deslizó las cortinas de la habitación viendo las gotas de la lluvia resbalar por la ventana que no mostraba señales de parar por un rato más, lo que indicaría de que podía ser muy peligroso si se atrevía a salir.
Aun así, Seokjin era muy obstinado. No deseaba dejar pasar más tiempo, mucho menos cuando tomó su maleta de manera impulsiva y empezó a empacar con la mente en blanco. Tuvo la sensación de ser observado cuando realizó su tercera vuelta al clóset y al enfrentar lo que había en el corredor, notó que Namjoon estaba afuera sin mostrar emoción alguna, no sabía cuánto tiempo llevaba parado allí, pero su seriedad le asustó.
Jin sostuvo firmemente las prendas aun en sus manos por si se atrevía a entrar para arrebatárselas, pero el otro no se movió. Por ese tenso momento ambos se sostuvieron las miradas, la más desinteresada y fría que le había dirigido el amor de su vida. Namjoon desvió la vista hacía su valija y solo unos segundos después se marchó sin decirle nada.
Desde entonces no sabía dónde estaba o a donde se había marchado, ya que en la casa no escuchaba otro sonido más que el de la lluvia caer en el tejado.
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TRICKS OF DESTINY ||NAMJIN
FanfictionRyujin y Rosé asisten a un campamento de verano, desconociendo la extraordinaria aventura que les espera. Han creado una rivalidad por su increíble parecido y un castigo por una travesura les obliga a convivir. Al compartir sus historias se dan cuen...