Durante su segunda semana, Ryujin nunca imaginó que estaría divirtiéndose con sus nuevas amistades y que sin querer se había convertido como en una líder para todas las niñas en la cabaña Magpie, seguramente su padre no lo creería si la viera, ya que en los últimos años prefería pasar tiempo en su habitación escuchando música y tratando de escribir poemas.
Además de relacionarse con Wendlyn, hubo otra niña con la que pudo intentar jugar al tenis y por lo menos fingir que golpeaban con fuerza el saco de box que colgaba por ahí. Pero para Jeanne —otra de sus amigas— resultaba muy sencillo porque sabía perfectamente cómo hacerlo, ya que su hermano practicaba box y artes marciales en su infancia y solía enseñarle.
Aprendió a apreciar el tiempo libre afuera sin estar al lado de su padre, practicando los deportes que siempre quiso intentar, como el voleibol y el esgrima, una actividad que aprendió bastante rápido por el amor y la dedicación de Leah, que lo había practicado desde niña y no mencionaba haber sido campeona solo para no alardear.
Aunque sus trofeos y algunas medallas estuvieran exhibidas en la cabaña donde solían comer y cenar.
Pero lo que más disfrutaba era estar en la cafetería sorprendiéndose por el postre que habría esa ocasión, la comida solía cambiar muy seguido por el plan estricto de alimentación en el campamento, por lo que la opción sobre lo dulce era muy escasa.
El lugar se volvía tan ruidoso, todas hablando y jugueteando al mismo tiempo, compartiendo divertidos momentos con sus amigas y lo mejor de todo es que nadie se levantaba de su lugar para iniciar una guerra de comida como solía pasar en su escuela.
Por otro lado, para Rosé había sido algo nuevo entrar a los deportes o hacer excursión, no era muy buena en esas clases y agradecía que por lo menos hubiera otras actividades como el dibujo o el canto en el salón de música, que le fascinaba.
Se atrevía a intentar cosas nuevas, más si salía todo mal nunca volvía a intentarlo, sus dos amigas la alentaban a que volviera, incluso la animaron a jugar el tenis, que luego de intentar la pelota por más de diez veces ahora no soltaba su raqueta favorita, ya que pensaba que era de la suerte.
Se había vuelto buena en cuestión de días y es que lo intentaba cada uno de ellos para mejorar. Justamente hoy habían practicado mucho, quedaron tan sedientas que pasaron a la cafetería para ir por algo de beber, las piernas de Phoebe temblaban y tanto Rosé como Molly se reían poco para no hacer sentir mal a su amiga que parecía no dejar su timidez.
—¡LA CAMPEONA, KIM RYUJIN!
Rosé escuchó la celebración de un pequeño grupo de niñas muy cerca de ellas y puso su atención total en el alboroto. Era el grupo de esgrima, liderado por Leah Weston y sus ojos brillaron tras rememorar algunas cosas, como aquella vez en que vio a su carismática profesora tratando de coquetear con su padre, parecía ser que conseguir pareja era su actividad favorita antes que enseñar esgrima.
Poco sabía sobre la vida de la señorita Jones, pero se rumoreaba por las niñas más grandes y muy pocas compañeras, que solía salir con sus padres. Por supuesto que el padre de Rosé no había sido la excepción, pero este no había caído en ninguno de sus encantos como otros.
Tras estar tan ensimismada en ese divertido incidente, Rosie no se había dado cuenta que estaba caminando hasta allí.
—¿Tenemos alguna retadora?
—Solo si Ryujin nos deja ganar —sugirió una de manera graciosa.
—Anímense chicas.
—Yo quisiera intentarlo —habló Rosie alzando su mano con seguridad.
ESTÁS LEYENDO
TRICKS OF DESTINY ||NAMJIN
FanfictionRyujin y Rosé asisten a un campamento de verano, desconociendo la extraordinaria aventura que les espera. Han creado una rivalidad por su increíble parecido y un castigo por una travesura les obliga a convivir. Al compartir sus historias se dan cuen...