4. LA GRAN TRAVESURA.

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Tras haber perdido, Wendlyn se daba cuenta del estado de ánimo de su amiga Ryujin. Ella se había empeñado mucho en su poema y el que su trabajo no hubiera sido lo suficientemente reconocido le lastimó.

Por lo poco que sabía de ella, es que no confiaba mucho por su inseguridad aún si su padre la alentaba y apoyaba, odiaba pensar en que terminaría siendo la burla, pero a pesar de su derrota todos decían que había sido un buen espectáculo.

Su ánimo quedó por los suelos desde entonces, solo hacía sus debidas actividades y volvía a la cama el resto del día, no se levantaba hasta que su estómago pedía más comida o era hora de ir a la cafetería.

Una noche se despertó escuchando un sollozo. La de lentes pensó que podría tratarse de una criatura del bosque, pero luego de terminar por despertar Wendlyn se dio cuenta que alguien trataba de llorar muy por lo bajo para no ser descubierta. Si oía o veía alguien llorar, el corazón se le encogía empatizando con la persona, ella se limitaba a quedarse allí o dar un abrazo después de pedir permiso como su madre solía decirle, ya que no a todos les gustaba ser abrazados.

Con Ryujin tuvo que abstenerse de esos actos, ya que no parecía disfrutar mucho del contacto a menos que ella eligiera hacerlo, Ryujin dormía al final de la fila de camas, pero Wendlyn dormía frente a ella, así que pudo ver en silencio como se limpiaba las lágrimas mientras sostenía una foto, una que llevo a su pecho quedándose dormida poco después.

Al día siguiente procuraría preguntar sobre eso sin ser muy invasiva. En la mañana, al escuchar la trompeta que anunciaba que era hora de despertar, abrió sus ojos encontrando a Ryujin en la misma posición, pero no había ningún rastro de lo que sea que estuviera sosteniendo durante la noche. Cuando ella despertó, parecía que ninguna tristeza la había embargado durante la noche, porque presumía despertar con energía y de buen humor. La que no duró mucho.

Una tarde Ryujin estaba preparándose para ir a una nueva actividad que la señora Weston implementó. Cuando se anunció, aquello descolocó a las campistas más veteranas, incluyendo a Wendlyn que era su segundo año asistiendo.

—Esto es una idea muy espontanea y mal elaborada —se quejó alguien.

La actividad consistía en cocinar para el campamento algún postre que no fuera tan laborioso, dicho postre debía compartirse con algunos grupos durante la hora de la comida o la cena, todo eso impartido por una persona experta que estuviera guiándolas y vigilándolas. ¿El fin?, que todas tuvieran un buen desempeño como equipo.

Justo cuando había sido el turno de la cabaña Magpie, Ryujin estaba poniéndose su último zapato terminando por alistarse, la puerta de la cabaña fue azotada al ser abierta con fuerza, lo que hizo que Ryujin se asustara y se girara.

—¡Ryujin! —era Wendlyn.

—Wen, ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

La niña corrió hasta ella y se dejó caer en la cama para descansar, no era buena haciendo esa clase de ejercicio ni ningún otro por lo que apenas pudo recuperar el aliento.

—Acabo de enterarme de algo terrible, Ryu —expresó con algo de drama.

—¿La clase se canceló?

—Algo peor.

—¿Qué tan grave?

Wendlyn se incorporó dejando su cabello desordenado y tomó a su amiga por los hombros. —Horrible y decepcionante.

[...]

Ryujin estaba pisando fuerte el suelo mientras su mirada estaba enfocada en lo que era la cocina del campamento. Abrió la puerta escuchando todos esos murmullos y diferentes conversaciones que se mantenían dentro, muchas estaban emocionadas ya que escucharon que lo que prepararían sería el postre para la cena de esa noche.

TRICKS OF DESTINY ||NAMJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora