8. NAMU VALLEY

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Rosie jugaba con sus manos de manera nerviosa esperando sobre su lugar a que toda la gente descendiera. Durante todo su viaje se dedicó a practicar las mejores palabras para decir a su padre y justo ahora comenzaban a borrarse de su mente.

Frotó la palma de sus manos contra su ropa ya que sudaba frío.

Alzó la mirada cuando un hombre mayor le cedió el paso para que bajara y Rosé no se negó para no hacer esperar a los pasajeros que faltaban. Era el momento de enfrentarse a todo su plan, ya improvisaría algunas palabras para que no se viera tan ensayado. Su hermana solía ser espontanea e impulsiva, ella debía ser así ahora.

Bajó por las escalinatas viendo a un joven que estaba entregando las maletas a los pasajeros. Tomó su equipaje con toda la fuerza que pudo reunir e indagó entre la gente el rostro de la persona de la fotografía que su padre guardaba con tanto recelo, pero ninguna de las caras que estaba allí se parecían al hombre de la foto.

Después de transcurrir mucho tiempo, ese hombre debía lucir muy diferente. Según la foto, eran diez años. En ese tiempo por lo menos su padre Jin cambió el color de su cabello y dejó atrás las facciones de un joven para tomar las de un adulto..., aunque luciendo todavía como alguien de por lo menos veintisiete años.

Lo escuchó de algunas madres en el colegio, hasta de sus profesores que solo lo etiquetaban de una manera incorrecta, palabras que le molestaban no logrando entender porque lo decían si su padre jamás se metía con ellos.

¿Era posible que en diez años su padre considerara dejarse crecer la barba?

El sol no estaba brindándole la mejor visión por lo que cubrió sus ojos con sus manos, viendo como los otros pasajeros se reunían con los que los esperaban para ir a casa. La niña vislumbró a una mujer que se había girado tan rápido, golpeando a un sujeto con su bolsa por accidente, apenada se giró al hombre para disculparse, pero este parecía tranquilizarla negando con su cabeza.

El sujeto llevaba un sombrero y unas gafas oscuras, miró brevemente a la pista dejando atrás a la mujer y paseó los ojos por el lugar hasta que se mantuvo quieto detrás de las barras de contención. Rosie lo supo en ese momento, era su padre por esa sonrisa que memorizó.

Rosé sintió que las piernas le temblaron impidiéndole moverse para ir corriendo hasta él, había soñado tanto con este momento que no iba a permitir que su debilidad imprevista la arruinara.

—Papá —pronunció con entrecortada voz.

—¡RYUJIN!

El hombre agitó los brazos. Reuniendo todo el valor, la niña se echó a correr con la pesada maleta colgando en sus hombros y unas lágrimas nublando su visión. Debido al peso de su maleta, Rosie se cansó viéndose obligada a parar a solo una corta distancia de la figura con gafas, se le notaba incrédula y tan sentimental.

—¡PAPÁ! —exclamó dejando caer su equipaje.

Rosie dio un salto para rodear a su padre que la alzó con tanta facilidad en el aire, estrechándola contra su cuerpo y dando una serie de besos entre su cabello. Su pedazo de sol había regresado a casa por fin y la había extrañado tanto que esperaba que su reencuentro no fuera un sueño, tal como pensaba Rosé.

Olfateó su loción cuando su nariz le rozó la curva del cuello, siendo esta más embriagante que la de su padre Jin, sintió una calidez diferente, una más protectora que no aguantó sus ganas de sollozar. Namjoon al percatarse de su pequeño lamento, aflojó el abrazo teniendo que bajarla al suelo. Se apartó encontrando ese rostro colorado con lágrimas que le resbalaban por sus redondas mejillas sin parar, conmovido limpió esas gotas saladas con sus pulgares.

TRICKS OF DESTINY ||NAMJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora