I Remember Years Ago♥

Capítulo #28.

-Pues porque nunca hablamos de nuestras familias mi amor, pero si quieres podemos hablar de eso aho...—me interrumpió.

-¿Es por eso que no quieres trabajar?

-¿Qué? –me miró confundida.

-Porque tu padre es uno de los mayores empresarios de todo Miami y que no te falta el dinero en absoluto, ¿es por eso?

-Ya te había dicho la razón de porque no puedo trabajar y bueno tu padre también tiene su propia empresa, tampoco necesitas trabajar.

-Pero ese dinero no es mío, es de ellos.

-¿Toda esta mierda que me estás reclamando es sólo porque no quiero ir al trabajo contigo? ¿Es eso? –Camila se veía molesta.

-No es eso, yo no quiero el dinero de mis padres, quiero independizarme que el dinero sea mío solamente, yo ganarlo y no quiero que tú te conviertas en esas chicas que saben que no ocupan el dinero y no hacen nada más para obtenerlo, pero olvida todo lo que te dije.

-¿Olvidarlo? ¿Por qué más te sorprendió ver a mi padre?

-Por nada lo juro.

-No te lo voy a preguntar de nuevo  —Sí, sí está molesta.

-Hace días mi padre estaba hablando con mi madre y él le dijo que la empresa no andaba muy bien porque había mucha competencia y que una de las empresas que más estaba impactando era la de Alejandro Cabello y mi padre dijo que si él seguía hasta como ahora, podía perder la empresa.

-Eso no lo sabía pero mi padre es buena persona, si quieres puedo hablar con él para que se fusionen las empresas o algo así, Lauren.

-No, no Camz –tomé sus manos – eso no es asunto nuestro, yo sé que mi padre lo resolverá, él es un hombre muy inteligente y sé que va a salir de esto.

-Tú eres como él, mi amor pero quiero que el tema del trabajo quede claro entre las dos, si tú quieres trabajar hazlo y si quieres yo te puedo ayudar haciendo tus tareas o explicándote en caso de que te retrases, ¿si entiendes que yo no puedo hacerlo porque tengo que cuidar a mi hermana verdad?

-Sí lo entiendo, perdóname mi amor –me abracé a su pecho.

-Tranquila pero nunca te guardes nada y dímelo enseguida, sabes que odio pelear contigo bebé –la abracé más a mí. 

Ella besó mi cuello dejando pequeñas mordidas, mientras yo acariciaba su cabello porque esa sensación en mi cuello se sentía muy bien. Se incorporó y me levantó, capturó sus labios con los míos y nos besamos, nuestras lenguas no se tardaron en encontrarse y hacer nuestro beso más apasionado como lo hacíamos siempre. Me fue recostando en la cama y ella quedó encima de mí, besó mis mejillas, después se fue a mis labios y yo acariciaba sus hombros hasta quitarle la camisa que llevaba puesta, ella fue acariciando mi abdomen sin dejar de besarme, hasta que subió mi sudadera y yo me levanté junto con ella para quitarla por completo. Camila tomó mi rostro y me besó de nuevo mientras movía exquisitamente sus caderas, yo sólo acariciaba sus piernas y me fui hasta el botón de sus jeans y lo abrí. Pase mis manos por dentro de su ropa interior y sentí su piel calidad y suave; ella se estremeció y me recostó de nuevo, ahora abrió mis jeans también y los bajó de golpe, ahora estábamos las dos en ropa interior. Camila fue dejando un rastro de besos húmedos sobre mi cuello, luego bajo hasta mis hombros, luego hasta mis pechos donde besó cada uno con tanta delicadeza que yo sentí que me iba a morir de placer. Yo sólo levantaba su rostro para besarla, es que en verdad la necesitaba. Fue bajando por mi abdomen sin dejar de acariciar mis pechos, dejó un beso en mi ombligo y siguió bajando hasta llegar a ese lugar que la reclamaba desde hace unos minutos. Dejó un beso ahí y yo arquee mi espalda.