4. Maldito cuervo

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Daila

Estaba terminando de armar los pedidos de mi mamá, ella hace galletas o pasteles para vender, yo los envuelvo y a veces suelos entregarlos cuando se trata de lugares cercanos.

La mamá de Álex suele hacer pedidos para su hijo menor y aquel día cuando fui a entregar el pedido en la casa de Álex estaba con mi ánimo muy decaído. Martín Johnson mi exnovio de alguna manera logra que yo sienta qué la ruptura fue mi maldita culpa. Hace más de cuatro meses qué la relación no daba para más, el desinterés se notaba y solía pensar qué me ignoraba a propósito para qué me desesperada por él, pero aquello nunca funcionaba, solo le doy importancia a las personas qué me cuidan. Íbamos a cumplir seis meses de novios cuando una chica me envió una foto donde una mujer estaba sentada en sus piernas, me sentí muy ofendida y mi corazón destrozado. No quería perder el tiempo con alguien, sí no me amaba solo tenía que decirlo.

Sus amigas me hacían pensar qué yo era la culpable de qué él estuviera tan triste y faltando a clases. Me decían que aquello nunca pasó, pero yo nunca sabré la verdad, si hubiera algo que lo comprobará yo le pediría disculpas a él, pero sobre volver a estar en una relación a su lado lo dudo mucho.

Escuche el timbre de mi casa sonar, y dejé lo que estaba haciendo para ir a atender. Me demoré un poco porqué todo el material para las cajas las tenía encima de las piernas. Una persona gritó mi nombre y por un momento me quedé pensando. Esa es la voz...

¡¿ Álex?!

¿ qué estará haciendo él aquí?

Bajaba las escaleras cuando escuche un ruido muy extraño del otro lado

- ¡Ya voy!- Grité

Escuché el gritó de dolor de una persona, pero aquello se transformó en algo raro. Parecía un ave en agonía

Abrí la puerta y no vi a nadie, pero cuando mi mirada se desvío hacía el suelo grité y empecé a saltar como loca

Un ave negra. ¡ un cuervo!

Entre con desesperación buscando algo. Un objeto para sacar a esa ave que me causaba tanto pánico. El ave entró y se colocó en la mesa y grite con más fuerza, cogi la escoba entre mis manos y lo apunte

- ¡sal de aquí! ¡ shu! ¡ vete pájaro! - aquella ave negra sólo se movía de un lado a otro. Me aventé hacía el y lo empecé a perseguir, pero él cuervo subió volando hacia las escaleras, aquella dirección daba hacia mí cuarto

Y por desgracia. Dejé la puerta abierta.

No puede ser...

Las ventanas de mi cuarto estaba cerradas. Y saber que aquella ave iba a tocarme me aterraba, yo había trabajado con aves la mayor parte del tiempo pero por una vieja costumbre familiar un miedo raro se formó en mi por estas aves.

Mi familia decía qué era de mala suerte y predecía la muerte de alguien.

Mi papá murió hace algunos años y justo en el día de su muerte apareció esta ave, de alguna manera les tuve algo de oído y pánico, es algo que no puedo evitar.

El cuervo se colocó en el filo de la ventana. Y empezó a picotear con fuerza el vidrio

- Okey pajarraco. Las cosas serán así, tu te quieres ir y yo te sacaré, pero necesitó qué te alejes un poco porqué no te quiero tocar y necesitó abrir el seguro. - sentía qué estaba muy loca al hablarle a un ave, pero en mí cabeza tenía sentido

Por obra de magia y después de unos segundos el ave se hizo hacia atrás y cómo ya no retrocedía más empecé a avanzar hacia la ventana. Con mi mano derecha toqué el seguro pero el pico de la ave estaba a unos centímetros, me movía con cautela y cuando sonó el clic del seguro el ave en un instante me picoteo

Maldito Deseo  [ Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora