30. Ladrona de besos

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Daila.

Estos días me había sentido tan conectada a Álex, tan viva y tan feliz que parecía mentira. Luego todo se empezó a poner raro, Álex se estaba poniendo protector y cariñoso. Eso al principio me gustaba mucho, pero poco a poco se volvió muy posesivo y raro.

Pasaron algunas escenas de celos que me hicieron ver el rostro de Álex como si estuviese frente a Martín, esos celos tóxicos,  me parecía que Álex siempre estaba en otro mundo, mirando a todos lados menos a mí. Algo apático y distraído. Luego algunas veces  lo encontré con Gine, es muy obvio que me sentí celosa pero lo negué

Yo también pude reclamar aquello a Álex pero como lo veía preocupado decidí dejarlo allí.

Desde hace dos dias que no lo veo. Me escribió un mensaje de texto diciendo que quería hablar conmigo en la tarde y le dije que estaría bien. Necesito mucho sus caricias y lo necesito a él en este momento junto a mí, pero si es algo negativo que viene a decirme tendré que resignarme.

~~~~~

La puerta sonó y baje las escaleras para abrir, el rostro de Álex me dedicó una sonrisa y lo dejé pasar. Yo estaba muy sería, no sabía que iba a decirme, sentía qué era una chica de quince con su primer amor

Que ridícula

Álex caminó hacia mi habitación y yo lo seguí, luego se sentó por él balcón mientras yo lo imitaba

- se siente muy raro entrar por la puerta y no escalando.

Su mirada se poso en mi para darme una mirada muy escaneante

- así es. - no dije más, no sabía que decir

El ambiente no era incómodo, pero si muy raro. El viento tocaba nuestras caras y hacia bailar el cabello de ambos , antes de qué dijera algo él me interrumpió

- en estos días no pude dejar de pensar en ti. La verdad pensé sobre lo que hice, pero sentirce celoso es algo que es difícil de controlar. La verdad es que yo haría muchas cosas por tí, y si tengo que hacer eso para que me dejes quedar a tu lado, lo haré. Discúlpame por lo qué te hice pasar ¿ no sé si aún desees seguir a mi lado?-  Habló mirando hacia el suelo, algo rendido

Solté un suspiro muy fuerte, estaba tan aliviada por sus palabras. Sentí que mi corazón se iba a salir de mi pecho, tome  su mano y alzó su mirada

- Esta bien, intentemos esto una vez más, una última vez ya que sabes que me haría daño pasar por una relación de este tipo otra vez. - afirme y el asintió con la cabeza

Dejó varios besos en el dorso de mi mano

- Está bien Daila, así será. Pero antes necesito que me contestes una pregunta - yo confundida acepte mientras se me acercaba

- mi amor, ¿te gustaría ser mi novia? - aquella pregunta me dejo muda, lo veía arrodillarse

Mi corazón comenzó a bombear con mucha fuerza y empecé a respirar agitada, no me lo creía. Sacó una caja con un anillo fino y con pequeños brillos verdes  al alrededor

Al tomar mi mano note lo fría que estaba la suya, estaba muy nervioso. Y yo igual. Me sonrío con tanta calidez que mi corazón se estaba derritiendo

- sí, me gustaría mucho - se acercó para dejar un beso corto y colocar el anillo, ambos sonreímos

- Mejor me levantó porqué después me da un calambre - dijo Álex sosteniendo su espalda

- No me esperaba esto. ¿ cómo sabías mi medida de anillo? - pregunté mientras lo miraba sonriente

- la verdad he venido muchas veces aquí, pero siempre deseé que fueses mi novia. Hace unos meses me robe uno de tus anillos que estaba en tu mesa para hacerte ése confesó apenado mientras silbaba

Yo negué con la cabeza.

- ¿ Entonces ya tenias esto hace tiempo? - pregunté y el río

- lo qué sucede, es qué tenía mucho miedo de dártelo, ya qué hace mucho tiempo me rechazaste- a la mención de eso  senti mi cara arder

Álex volvio a tomar mi mano y besarla,  yo me levante para ir a sentarme en sus piernas

- pero valió la pena. - admitió y enrede mis labios en los suyos

Un beso con mucho amor, su cariño me hace sentir bien.

Me abrazó muy fuerte deslizando sus manos bajos mi espalda y yo las subí

- lo malo de tener una novia tan bella es qué me aguante las ganas de darle cariño- yo reí ante eso dejando una mordida en su labio

- Lo tuyo no es cariño, son ganas.

El negó.

- son ganas llenas de cariños, no te confundas - beso mi hombro

- Disculpe, pero yo nunca le negué nada. Sólo que aquí no sería lo indicado

A la mención de eso sus ojos brillaron como nunca, metía mis dedos en su cabello negro que estaba algo rebelde para acomodarlo. Hice una señal para ir a la habitación y pegue un gritó agudo cuando me alzó con sus brazos

- ¡ hoy es un excelente día para dar amor! - gritó Álex y yo tapé su boca con mis manos

- ¡ cállate! - también grité avergonzada

Luego fuimos al cuarto y disfrutamos de un día lleno de placer, amor y calma.

Disfruten el capítulo

Maldito Deseo  [ Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora