16. La historia

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ÁLEX.

La abuela empezó a deslizar las hojas a mi lado muy lentamente, la mayoría estaban en blanco. Pero en un segundo eso se terminó, algunas fotos empezaron a  aparecer en aquel álbum.  Mi corazón se estremeció con fuerza.

Por un instante mi cuerpo tembló.

Mi respiración se aceleró un poco y la abuela empezó a hablar

- Hijo, la verdad es que hace algunos años mi esposo, mi compañero, la otra mitad mía  estuvo metido en muchos problemas. Nuestro amor era real y muy fuerte, de ese tipo de amor que sabes que vale la pena y que no necesitas demostrar nada para saber que estará para ti ,si o si. Escapamos de nuestros hogares para empezar una historia juntos, para ser felices.  Y así fue por muchos años - yo observaba las fotos de ellos dos casándose en una iglesia, sólo estaban ellos. Aquél hombre era muy alto y apuesto, su sonrisa se marcaba de lado a lado. Ambos abrazándose muy fuerte -  no nos importaba nada. Sólo nosotros y nuestra felicidad,  al final es lo único que nos llevamos cuando morimos. Los buenos momentos que hicieron que la vida valga la pena. Que la tortura y lo duro de la vida no importe. Disfrutábamos de cada segundo como si fuese el último día. Después de veinticinco años nuestro amor seguía igual de fuerte como el primer día, pero  ocurrieron cosas extrañas - en ese momento vi una foto de la fuente en medio del bosque, la misma en la que pedí el deseo y empecé a sudar frío. Mis ojos se abrieron levemente de la impresión- mi esposo tiraba monedas siempre a esa fuente, pedíamos deseos en nombre de nuestra felicidad pero la mayoría de esos deseos fueron bromas y ocurrencias. Una noche mi esposo no aparecía, el nunca hacía eso por lo general siempre me avisaba para que no me preocupara por él y para que pudiera dormir tranquila. La pasé en  vela toda la noche, estuve llamando a sus amigos más cercano por si lo habían visto y nada. Yo no iba a esperar un segundo eran las cuatro y media de la madrugada y salí con mi linterna al bosque. Tenía un muy mal presentimiento y solo pensaba en mi compañero. Caminé muy rápido y buscaba en todas las direcciones ,de repente el graznido de un ave me llamó  la atención, por algún instinto en particular yo corrí hacia ese lugar y cuando llegué me di cuenta de qué se trataba de un cuervo atorado en una trampa,  su ala estaba enganchada a unas de las púas. Suspire profundo y me dio algo de miedo, como sabrás los cuervos no son de buen agüero, y muchas personas les tienen miedo porque dicen que presagia la muerte. Cuando estaba por darme la vuelta aquella ave soltó un graznido tan doloroso que mi cuerpo entero tembló, sin más me acerqué y trate de ser lo más cuidadosa para retirar la púa de su ala y sacarlo de allí. Aunque sufrió un poco y grazno de dolor. No podía dejarlo allí y lo tomé como un bebé para dirigirme a un veterinario - ella sonrío con algo de nostalgia- en realidad puede que no hubiera ninguno,quería llevarlo a casa. Ya estaba amaneciendo y los rayos del sol empezaron a salir, yo le hablaba al cuervo de vez en cuando para que no se preocupa, a pesar de qué era un ave, los rayos de sol cayeron y yo caí junto al ave en el suelo.  Aquel cuervo se empezó a revolcar en el suelo y se transformó en un hombre.  El hombre que tanto ame.  El amor de mi vida. - lágrimas gruesas rodaron de sus ojos y sin querer yo también  lloré. Ella se estaba desahogando y yo no me sentía tan demente como creí - no podía creerlo.  Me quedé pasmada y aterrorizada, fue un escenario perturbador. Pero el miedo se hizo nada cuando oí su voz sufriendo de dolor, su brazo estaba sangrando y pronunció mi nombre con desesperación.  No hubo tiempo para comprender  necesitaba de mi ayuda y yo siempre estaría para él.  Después de tantos escenarios confusos de no entender que pasaba decidimos acostumbrarnos a sus transformaciones. Fue difícil y muy duro, pero era eso o hacer de cada día un mal día por lo que pasaba. Cuando te vi aquel día desnudo y con esa cara de desesperación fue imposible no ver el rostro de mi esposo. Toda mi alma se hizo pedazos y quiero que sepas qué lo perdí a él por un cazador, de eso estoy segura. Pero... - hizo una pausa para ponerse de pie, yo hice lo mismo, esta a triste y me sentía muy mal - no te perderé a ti. - solloce un poco - no perderé a nadie más. Te pareces a mi hijo. Te quiero como a un hijo muchacho. Ahora no más lágrimas, busquemos una solución- terminó esa última palabra y la abracé, me sentía muy abatido


Aunque por días yo me haya visto muy fuerte la realidad es diferente. El insomnio, el miedo, el pánico.  Los múltiples escenarios míos terminando muerto me hacían pedazos cada noche.

La abuela se sentó en el sofá y yo en el suelo mientras lloraba en su regazo. Esto era todo lo que necesitaba, desahogarme


Y aunque parezca algo absurdo, por mucho que una persona sea fuerte necesita un día para llorar. Un día para ser un niño y olvidarse de todo dolor y problema. Porque somos humanos, porque somos sentimientos.


Me prometí a mi mismo que después de sacar tanto dolor y miedo de mi cuerpo empezaría a ser más positivo.  No puedo darme el lujo de hundirme antes de caer, yo soy una persona qué logra sobrepasar sus problemas, este era el impulso que necesitaba y sus palabras hicieron de mi tormenta una calma

Antes estaba sólo con mi  problema, ahora la abuela me ayudará y espero que todo termine bien. Trataré de llevar una vida de lo más normal posible porque no se si tenga un final como el de su esposo, pero de ser así deseo disfrutar cada día que tenga.

¡Disfruten el capítulo!

Maldito Deseo  [ Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora