33. Héroe malvado

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ÁLEX

Tomé un baño a penas llegue a casa, me sentía miserable.

La puerta sonó y corrí la cortinas de la tina para taparme

- Hermano, mamá se va a enojar cuando venga. El suelo esta sucio de tierra...

La voz de Will era débil.

- está bien. Apenas salgo limpió eso. ¿ te sucede algo? Hablas muy bajo - hablé esperando respuesta y después de unos segundos habló

- Tengo alergia, pero no le digas a mamá, anda preocupada porque hay que pagar los recibos de este mes...

Escuche pasos alejarse y me hundí más en el agua. Tengo que salir a trabajar. Tengo que ayudar y comprar medicina para Will. Después de terminar mi baño llamé a mi amigo del servicio en la gasolinera para que me empleará por hoy, al menos con eso compraré para la comida y medicamentos.

~~~

Luego de pasar el día trabajando pase por la farmacia y el supermercado, coloqué música para relajarme un poco en él camino a casa.

Luego de unos minutos ya estaba muy cerca, una voz me hizo parar de caminar

- vaya, tienes las mismas ojeras qué tenía mi esposo. Come algo más, te veo delgado. - dijo la abuela con una gran sonrisa en la entrada de su casa

- Tranquila abuela, sólo estoy algo cansado de trabajar. - admiti dándole unas galletas que compré

- Gracias por esto. Pero dime, ¿ como te ha ido? - yo negué y mire hacía mí casa

- siendo sincero, nada bien.

Una risa muy fuerte y carrasposa me hizo asustar.

- pareces una persona muy distinta a la que conocí. Cuando te conocí eras un niño ingenuo y optimista al cien por ciento ¿ qué sucede? - yo no sabía a dónde mirar- Te diré que sucede, te estás dejando vencer. Pensé que tenías una fuerza de voluntad más grande. Recuerda que la mente es poderosa. Si quieres rendirte hazlo pero después no te quejes, no estás dando todo de tí para recuperar lo qué deseas.

La miré durante unos minutos y le dediqué una sonrisa, ella es una gran mujer.

- y por favor, quítate ese arete de la ceja, pareces un delincuente - habló mientras se marchaba

Suspiré profundo mirando el cielo. Ella tenía razón, tengo que seguir luchando. No me sirve de nada quejarme por todo. Llegué a casa para darle la medicina a Will y preparé la cena. Le dejé un café preparado a mamá porque estaba a punto de llegar y subí a mi cuarto a preparar mi uniforme, estos días no habrá clases, sólo queda la graduación y una pequeña ceremonia. Todo estos meses han pasado volando, todo fue muy rápido. He sentido más fuerte todas las emociones, hace unas horas Gine me besó y provocó que mi pelinegra se alejará de mí, le dije que ya no le hablaría y armó un berrinche tan grande que provocó mucha vergüenza en mí.  Sólo escuché que quería que yo estuviese preparado para una sorpresa, su cara estaba toda roja de la rabia. Expresó que si ella no iba a ser feliz, nadie lo sería.

Pero sólo estaba hablando estupideces.

Pasó de ser una chica muy tranquila a comportarse autoritariamente e inmadura. No sé qué le pasó, es como si fuera una persona diferente. Pero ya no deseo ser amigo de ella, se lo deje muy en claro la última vez. Por otro lado Jackson se fue a vivir con su novia en su departamento, lo veo feliz y eso me alegra mucho. Salí de casa para visitar a Jackson y charlar un rato, unos cuantos metros posaron y mi noche se torno oscura al estar cerca de la casa de Daila, Martín y ella estaban en la entrada dándose un abrazó...

Caminé hacia allí tan molesto qué mi mente sólo pensaba en la imagen que acabe de ver, tome a Martín de la chaqueta separando su cuerpo de ella y lo empujé alejandolo

- ¡¿ Qué te sucede?! ¡¿ le lavaste la cabeza con tus cuentos y mentiras baratas para lastimarla de nuevo?! - Grité con rabia

Daila se puso enmedio para hablarme

- No. No es así, me estaba ayudando, solo que...

- ¿¡Te ayudaba dándote un abrazo?! Ya te olvidaste de lo qué te hizo

Está vez su rostro expresó frustración

- No me he olvidado de nada de lo qué me hizo Álex.  ¡Y tampoco me olvido del besó que te estabas dando con Gine, ni de las escenas qué hiciste!

- ¡Te dije qué ella fue la que me besó! - le explique nuevamente molestó.

- ¡oye no le grites! - interrumpió Martín

- ¡ tú cállate y no te metas! - me acerqué a él furioso

- ¡ basta los dos! - gritó furiosa Daila- quiero que se vayan de aquí. Martín solo me llevó al médico y me compró medicinas, y lo que vistes fue simplemente eso. Un abrazo. - aclaró para luego sacar el anillo de su mano y ponerlo en la mía- Esto se termina aquí.   No sé qué pasa por tu cabeza, pero estás muy equivocado.

Sin más Daila entró a su casa azotando la puerta.

Mi cuerpo no reaccionaba, estaba ahí tratando de respirar bien, Martín empezó a silvar poniéndose frente a mí. 

- Te dije que ésto pasaría. Un alienigena cómo tú no debe estar con ella. Pero que bueno que se dio cuenta, tanto jodias por como fui y tú terminaste siendo igual. Basándote con tu mejor amiga. - lo miré fulminante- ¿ vas a golpearme acaso? - preguntó ,pero yo sólo quería salir de allí

Me di la vuelta y empecé a  caminar

- Ya la perdiste cuervo. - habló algo bajo, pero lo suficientemente para escucharlo

Me dolía el pecho.

Ya la perdí...

Caminé con más fuerza hasta correr.

   Disfruten el capítulo

Maldito Deseo  [ Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora