35. Secuestró

2 2 0
                                    


Daila

Me recosté en la camilla mientras el doctor escuchaba los latidos de mi corazón con el estetoscopio y hacia la revisión rutinaria.

- Bien señorita, ya se encuentra mejor. El problema como ya sé lo mencioné fue sobrecargar su cuerpo con estrés, esa caminata excesiva en la playa y el asunto qué la impactó mucho. Una joven cómo usted no debería estar tan preocupada mental y físicamente. Tiene que cuidarse. Puede sentarse. - escribió algunas cosas en la receta mientras me sentaba en la silla - Estas son algunas vitaminas para usted. La verdad tiene qué salir a lugares tranquilos o hablar con amigos o familiares para que la ayuden. También es importante que coma bien, estaba muy deshidratada y sus exámenes de sangre no salieron tan bien. Le recomiendo hacer una dieta saludable.

- Está bien. Lo haré- sin más retiré la medicina y caminé hacia la entrada

- ¿Qué te dijo el médico Daila? - preguntó Martín extendiendo un casco, yo subí a la moto con cuidado

- ya estoy bien, sólo debo cuidar mi alimentación- confesé, asintió y arrancó

Sé ofreció a traerme y llevarme de regreso. Yo cómo estoy sin tanto dinero no podía darme el lujo de despediciarlo. Aparte esto es la paga de su deuda. Está es la segunda vez que me trae aquí.

~~~~

Bajé de la moto y me acompaño Martín a la entrada.

- Gracias por todo - dije sinceramente

- no hay de qué, siempre vale la pena estar a tu lado - en un segundo poso su mano en mi mejilla y la acarició con su pulgar, una sonrisa de lado se formó en su boca

Quité la mano de su sitió eh hice que me mirará fijamente.

- No. Ya sé cómo eres, no empieces con tus cambios de actitud y actos buenos para conseguir algo. Recuerda lo qué me dijiste, esto solo es la paga por lo que me hiciste. - saqué mis llaves para abrir la puerta

- ¿Osea que ahora me odias? - me volteé para mirarlo y tenia su rostro inexpresivo

- No te odio. Pero no tengo ningún sentimiento bueno hacía ti, no confío en ti y lo sabes. - seguí buscando la llave de la casa, en mi llavero hay muchas llaves y no encontraba la correcta

- Daila- habló fríamente y volteé a verlo - si yo cambiará y sería distinto ¿ no volverías a intentar estar conmigo? - las llaves se me cayeron al suelo y las recogí, tenía un mal presentimiento

- No Martín, no hay ninguna posibilidad de aquello. Ni aúnque fueras diferente, jamás querría volver a estar a tu lado.

Se hizo un silenció incómodo.

- Aún lo amas no es cierto? - preguntó con el mismo tono, sabía de quién se refería

Mi corazón con sólo recordar se aceleró, llovieron emociones dulces en mí. Me dolía saber que aquello había terminado, así qué no importaba mi confesión en este momento

- Sí. Lo amo y tengo sentimientos muy grandes hacía él, pero todo se destruyó así qué no importa lo mucho que lo ame. Cambió muchas cosas en él, sí no hubiese sido por eso, no me hubiera alejado de su lado

Seguía buscando la llave, Martín se quedó pensando mucho, al fin encontré la llave correcta y la inserte en la cerradura

- Él nunca quiso hacer todo eso, de hecho él es tal y cómo imaginaste que sería. El mismo chico ingenuo y positivo del qué te encaprichaste. Pero no me dejaste elección. Soy peor de lo que te imaginas

Giré la llave,mientras negaba, sudaba frío por la espalda, estaba asustada

- no sé de qué hablas- cuando estaba a punto de abrir por completo Martín se colocó detrás de mí y me hizo una llave en el cuello

Solté las llaves y con mis manos intentaba recuperar aire, me estaba ahogando. Martín me hizo caminar hacia las ventanas para verme, mi cara se estaba poniendo roja

Mis piernas del pánico temblaban

- Yo hice que tu príncipe se hiciera así, porque pensé qué despues volverias a mí. Pero me equivoqué, te envié a esos chicos, Gine besó a Álex porqué lo planeamos, yo amenace a tu novio hace tiempo para qué te cuidará, pero fuistes tan idiota para creerme a mí y no a él

Las lágrimas salían de mis ojos, el pánico en ese momento se entendió por cada poro de mi piel.

- pero me acabas de hacer una confesión brutal. Si no eres mía, no serás de él y antes de soltarte volveré a tenerte bajo mis sábanas. - emiti un gritó de puro terror

Martín me conducía hacía su moto pero  yo patie y me movía tan fuerte que se le hacia complicado subirme o hacer otra cosa. Su agarré fue más fuerte , me estaba matando. Mi visión se nubló despacio mientras mis pulmones ardían demasiado. Todo se volvía negro ,mis oídos emitían un pitido agudo y doloroso. Dejaba de sentir las extremidades poco a poco, aún sentía mucho temor, estaba muriendo. Lo único qué sé venía a mi mente era el nombre del chico al qué le fallé

Álex...

   Disfruten el capítulo

Maldito Deseo  [ Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora