Quiero Un Heredero ◇Herederos Litman 1 ◇

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Alexander me felicitó por mi cumpleaños

El sueño que antes sentía, quedó completamente olvidado después de escucharlo decir aquellas palabras con tan bello y caliente acento inglés. Jonh está a unos metros de mi departamento y la sonrisa de mi rostro no se ha ido ni un segundo.

─No entiendo cómo es que nadie haya notado lo enamorada que estás del jefe. ─comenta Jonh, lo miró sorprendida y llena de horror porque él sí lo ha notado.

Niegalo Ava, niegalo. Me digo a mi misma

─Tranquila no voy a decir nada. ─agrega, suspiro con alivio.

─Te agradecería mucho que no lo hagas, en todo caso no pasará de ser solo amor de mi parte, él tiene esposa. ─digo con pesar.

Jonh me deja en mi edificio, aunque le digo que no, me ayuda con las maletas hasta el ascensor, donde se despide y también me desea feliz cumpleaños.

Ya en mi departamento, enciendo las luces y voy a mi cocina por un vaso de agua. Después de unos meses en el pequeño departamento al que me mudé, al principio de terminar mi última relación, me mudé a otro más grande y lindo, mi sueldo me lo permite fácilmente, aunque casi no pasó mucho tiempo en él.

Después de tomar agua tomo un baño, no lo he vuelto ha hacer en todo el día, apesto, cuando estoy limpia no me voy directo a la cama, por la emoción de que Alexander me felicitara perdí el sueño, así que aprovecho la oportunidad para  enviarle un correo a Jane y For, son las secretarías de Alexander y como yo no estaré deben ocuparse de todo, les doy específicas indicaciones de lo que deben hacer y donde está toda la información que Alexander pudiera necesitar durante el día.

También le envié un mensaje al grupo de chat de mis amigas para que sepan que tengo el día completamente libre para divertirnos, ninguna me contesta, tampoco espero que lo hagan, es de madrugada, por lo tanto me voy a dormir, pero no puedo, así que después de dar vueltas en mi cama, abro el último cajón de mi mesa de noche donde tengo mi vibrador.

Me duermo más fácil después de un orgasmo. 

Además estoy en mis días fértiles, y es cuando me siento más caliente y sensible, sumándole a que no pude dejar de pensar en mi jefe diciéndome feliz cumpleaños y aún más mi nombre,  mi nombre, él nunca me llama por mi nombre, siempre es señorita Smith, pero hoy me llamo Ava, así que lo aprovecharé. 

Despierto varias horas después por una muy alarmada Jane que me pregunta, porque no iré a trabajar cuando nuestro jefe tiene una importante reunión, además de que no faltó al trabajo. Le cuento que fue nuestro jefe él que me dio el día libre, además de que no se preocupe todo lo que hay que hacer está en el correo que le envíe. Ella me pregunta algunas cosas más y me desea feliz cumpleaños y que mi regalo de su parte me estará esperando el lunes ya que no fui a trabajar el día de hoy.

Dejo mi celular de nuevo en mi mesita y cuando me estoy acomodando de nuevo, vuelve a sonar, pero no es Jane, son mis padres deseandome feliz cumpleaños, desde que me mude de casa ellos son los primeros en llamarme para desearme feliz cumpleaños.

Tengo unos buenos padres, aunque mi padre es algo complicado a veces, es militar, y mis abuelos aunque no los llegué a conocer mucho cuando estaban vivos, eran personas de mente muy cerrada y volvieron a mi padre de la misma manera, aunque mi madre lo hace cambiar un poco de opinión en algunas cosas claro.

Hablé con ellos por un buen rato, más porque le dije a mi madre que tengo el día libre así que tengo tiempo de sobra para saber cómo están y ellos saber como estoy, ellos me llaman una vez a la semana, siempre. Son casi las ocho y media cuando terminó de hablar con ellos cuando lo hago, escucho que tocan mi puerta, confundida voy a ver quién es y me encuentro con mis dos mejores amigas, sosteniendo una enorme bandeja de desayuno con globos.